Era de esperar. Ha sido la bomba de este septiembre y tenía que tener respuesta en negativo. Cuando se confirma que Epi y Blas salen del armario y son novios, ahora llega la ‘versión oficial’ de la productora: «Parece que a Mark Saltzman [guionista y cocreador de los personajes] le preguntaron si Bert y Ernie [nombres originales de Blas y Epi] son gays. Está bien si él cree que lo son. No lo son, por supuesto. Pero, ¿por qué esa pregunta? ¿Importa en realidad? ¿Por qué la necesidad de definir a la gente solo como gais? Hay mucho más en un ser humano que solo heterosexualidad u homosexualidad».
Esta maravillosa salida del armario había sido confirmada por su guionista y cocreador Mark Saltzman en una entrevista a la revista Queerty el día anterior. Si habíamos comenzado el verano con la triste noticia de que Espinete estaba abandonado en un vertedero de Madrid, esta salida del armario era la mejor manera de terminarlo. Y no, no nos la van a fastidiar.
Saltzman aseguró: «Cuando los creé siempre los concebí como pareja, No podía habérmelos imaginado de otra forma». Incluso fue más lejos, añadiendo que se inspiró en su propia relación de pareja con el editor cinematográfico Arnold Gassman: “Yo era Epi, el bromista, y Arnold era Blas, el ordenado, el organizado. Los trastornos obsesivo-compulsivos de Arnie creaban roces con lo caótico que soy yo. Y esa es la misma dinámica de Epi y Blas”.
La noticia, como es lógico, tardó segundos en recorrer el planeta. En la era de la inmediatez y las redes sociales estos bombazos se extienden como la pólvora. Es por ello por lo que su otro creador, Fran Oz, tardó horas en echar balones fuera: «Fueron creados para enseñar a los niños de preescolar que las personas pueden ser buenas amigas de aquellos que son muy diferentes a ellas. Aunque sean identificados como personajes masculinos y posean muchas características y rasgos humanos, como la mayoría de las marionetas de Barrio Sésamo, siguen siendo marionetas y no tienen orientación sexual».
Esta relación de pareja de Epi y Blas lleva años en el imaginario colectivo. Muchas generaciones crecieron con ello. Como la de Batman y Robin, Tintín y el capitán Haddock, Sherlock Holmes y su ‘elemental querido’ Watson o Bob Esponja y Patricio. Los rumores incluso llegaron a apuntar hasta a R2D2 y C3PO.
Cuando en Estados Unidos se debatía sobre el matrimonio gay, la revista New Yorker, una de las cabeceras con más prestigio periodístico del mundo, usó una imagen de ‘la pareja’ para reivindicar los derechos de la comunidad LGTBI. Hoy esta salida del armario hace que esa portada de 2013 cobre de nuevo actualidad y haya sido reproducida en todo el mundo. La foto de ambos, de espaldas, abrazados viendo la televisión habla por sí sola.
Vivimos en unos años en los que hasta Disney incluye personajes abiertamente gays en sus series y películas infantiles. Las ‘princesas Disney’ han cambiado radicalmente y, como es lógico, los príncipes también. La nueva versión que la casa hizo de su mítica La Bella y la Bestia incluyó un guiño gay que copó titulares. Y no, la Disney no lo hizo por copar titulares, pues es una empresa que lleva años apostando por que sus trabajadores LGTBI tengan exactamente los mismos derechos que los heterosexuales.
En pleno siglo XXI, en que los diferentes modelos de familia son casi plenamente aceptados, la mejor manera de que Barrio Sésamo conecte con los niños de hoy en día es con una nueva temporada que comience con la boda de Epi y Blas. ¿Es que Barrio Sésamo se va a quedar atrás? Somos muchos los que no se lo perdonaríamos. Es más, nos gustaría hasta que tuvieran hijos.
En más de una ocasión nos hemos hecho eco de que la visibilidad LGTBI en Hollywood sigue siendo una asignatura pendiente. Esperemos que la productora se ponga las pilas. Queremos la boda de Epi y Blas, ¡ya!