Es la canción del momento. Resistiré, del Dúo Dinámico, se ha convertido sin duda en el himno contra el coronavirus, causante de la mayor crisis sanitaria, social y económica que hemos vivido nunca. En Shangay lo vimos desde el primer momento, y fuimos el primer medio en entrevistar a Ramón Arcusa y Manuel de la Calva (los componentes del Dúo Dinámico) el mismo domingo en el que se decretó el confinamiento. Pero el renacer de esta canción –cuya letra escribió el periodista Carlos Toro en 1987– fue gracias a Almodóvar, cuando rodó Átame en 1989 y, en la escena final de la película, Loles León, Antonio Banderas y Victoria Abril cantaban este temazo en su huida hacia delante mientras conducían. Todo un canto a la esperanza.
Pedro Almodóvar es único para esto. En cada una de sus películas siempre hay una canción, como mínimo, que se convierte en un himno. No hay nadie como él para ver el significado real de viejos temas (muchos que habían caído en el olvido: recordemos a Chavela Vargas) que hasta ese momento nadie había sabido entender en su completa profundidad: «Cuando pierda todas las partidas, cuando duerma con la soledad. Cuando se me cierren las salidas, y la noche no me deje en paz. Cuando sienta miedo del silencio, cuando cueste mantenerme en pie, cuando se rebelen los recuerdos, y me pongan contra la pared…». Sí, cuando pase todo eso, resistiré. Cuando pase todo esto, volvemos con fuerza.
Solo por ese final merece la pena toda la película. Hasta en eso Álmodóvar es único. Incluso en sus peores películas consigue secuencias maravillosas. Esas que ahora los millennials llaman ‘icónicas’. Sin duda, el final de Átame es una de ellas. Y hoy, en plena crisis del coronavirus, cobra más sentido que nunca. Hoy, cuando Resistiré se ha convertido en el gran himno que nos anima para salir de este horror.
Por ello también hoy, en Shangay, queremos recordar la noche maravillosa de aquel estreno, cuando Madrid era un volcán en erupción. Algo que, sin duda, pronto volverá a ser. Porque resistiremos. Y volvemos a las calles a darlo todo.
«Resistiré, erguido frente a todo, me volveré de hierro para endurecer la piel. Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte,soy como el junco que se dobla, pero siempre sigue en pie. Resistiré, para seguir viviendo, soportaré los golpes y jamás me rendiré. Y aunque los sueños se me rompan en pedazos, resistiré, resistiré. Cuando el mundo pierda toda magia, cuando mi enemigo sea yo, cuando me apuñale la nostalgia, y no reconozca ni mi voz». Pues ya está todo dicho.