No nos escondemos. Abraham García Arévalo es uno de los chulazos que más nos ponen desde 2012, cuando lo conocimos junto a Ylenia, Labrador y compañía en Gandía Shore.
Estas vacaciones tan atípicas el influencer se ha escapado hasta Roquetas de Mar (Almería) para disfrutar de su maravilloso clima. Los calores sureños invitaban a quitárselo todo, para qué vamos a negarlo. Nosotros encantados y Abraham también porque como el mismo afirma «Odio la ropa». Por cierto, el pelo tan cortito le sienta estupendamente.
El ganador de Supervivientes 2014 siempre ha demostrado su lealtad con el colectivo LGTB; de hecho, es en una de las celebrities que nunca faltan a la manifestación del Orgullo de madrid cada año.
Tanta cercanía con el lado arcoíris de la fuerza ha hecho que muchos hayan querido colocarle la etiqueta de bisexual. Chica, de ilusión también se vive. Sin embargo, a él nunca le han importado las especulaciones, e incluso ha bromeado con la posibilidad de su futura salida del armario. “El día que yo declare y diga que soy gay, prepárate…, porque voy a ser tu mayor perdición”, le comentó a Jorge Javier Vázquez en una ocasión.
Además, el madrileño nos lleva regalando todo su sex-appeal desde el principio. Todavía no nos hemos recuperado de las fotos que hizo en exclusiva para Shangay posando en una sauna gay. Pero no hace falta rebobinar tanto: su Instagram es una revolución para nuestras hormonas.
¿Y cómo pasó la cuarentena Abraham? ¿Se dejó llevar por la desazón, el relax y los atracones al frigorífico? Nada de eso. Siguió manteniéndose en plena forma y lo exhibió en Instagram. De hecho, Abraham publicó durante el confinamiento fotos de un sesión de lo más sexy firmada por el fotógrafo Misha Lorenz junto a un mensaje optimista.
En las imágenes, Abraham intentaba que su mono desatienda las leyes de la gravedad para no acabar desnudo… Así demostró que, contradiciendo las lecciones de estilo de nuestra querida Paquita Salas, los tirantes deben volver a nuestro armario este verano. Tomemos nota y cambiemos la frase: “Muy moderna, muy mona, pero en peto SÍ vengas”.