Mariona Terés es un ejemplo de perseverancia y constancia. La actriz catalana, afincada en Madrid, empezó a estudiar interpretación a los 20 años –ahora tiene 35–, y ha tardado más de una década en encontrar su hueco y romper con barreras físicas y psicológicas que quizás le frenaban.
De la mano de Los Javis, ha compuesto dos personajes con frases de esas icónicas que muches de les fans de Paquita Salas y Veneno utilizan de manera recurrente. Si en Paquita el personaje incluso tenía su nombre, en Veneno interpreta a Amparo, la íntima amiga de Valeria (Lola Rodríguez), a la que acompaña en su transición.
Ha encadenado varios estrenos televisivos, Veneno, Por H o por B e Historias de Alcafrán, y está por llegar Supernormal, dirigida por Emilio Martínez Lázaro (en donde su personaje y el de Bárbara Goenaga son pareja). Y acaba de rodar una película dirigida por Clara Martínez Lázaro, en la cual la veremos por primera vez como protagonista. En esta entrevista, desde luego, es protagonista absoluta.
SHANGAY⇒ ¿Cómo estás viviendo la repercusión de Veneno?
MARIONA TERÉS ⇒ Tenía claro de que iba a funcionar desde que me leí los guiones, que son una maravilla. Pero no que iba a ser un éxito tan, tan grande. Estoy encantada de que a Los Javis les vaya cada vez mejor. Y es que el mensaje de Veneno es muy importante: te invita a que te abras, te aceptes y luches a muerte por ser quien quieras.
«El mensaje de Veneno es muy importante: te invita a que te aceptes y luches a muerte por ser quien quieras»
SHANGAY ⇒ Ya te han dado Los Javis dos personajes con momentos icónicos en Paquita Salas y Veneno, a pesar de no ser protagonistas…
MARIONA TERÉS ⇒ Espero que me sigan llamando. Y espero no ser la eterna secundaria, también te lo digo [risas]. Al personaje de Paquita Salas le tengo muchísimo cariño, porque para mí fue un desahogo a nivel profesional, y me ayudó con mis inseguridades. Y sé que he ayudado a romper barreras a muchas chicas gorditas que quieren ser actrices, porque me han escrito para decírmelo. Mi personaje de Veneno también me encanta. Por lo visto, cuando Los Javis estaban escribiendo ya pensaron que la amiga mariliendre tenía que hacerla yo, imagínate [risas].
SHANGAY⇒ ¿Por qué tenías tantas inseguridades antes de Paquita Salas?
MARIONA TERÉS ⇒ Por un lado, porque no trabajaba nada. No hacía castings, nadie me quería ver, no tenía experiencias que me avalaran, trabajaba en un bar… De hecho, había decidido dejarlo e irme de España justo cuando me llamaron Los Javis. Ahí es realmente cuando empieza mi vida laboral. Pero en realidad mis inseguridades eran físicas. Pensaba que nadie querría darme trabajo porque estaba rellenita. Y claro, en Paquita acabo en bragas y sujetador diciendo “¡esta puta gorda es una estrella!”.
SHANGAY⇒ ¿Cómo llevas las inseguridades?
MARIONA TERÉS ⇒ Cada vez mejor. Es la época en que más gordita me veo y estoy muy a gusto con mi cuerpo. Pero tengo rachas, claro, igual dentro de tres meses me veo fatal… Intento no pensar en la presión externa que nos ponen a las actrices en cuanto al físico, porque entonces me metería en un agujero negro. En eso también han ayudado mucho Los Javis, porque a raíz de sus trabajos hemos empezado a ver que ya no siempre trabajan las mismas actrices que encajan en un determinado canon de belleza.
«Intento no pensar en la presión que nos ponen a las actrices en cuanto al físico, porque me metería en un agujero negro»
SHANGAY⇒ De igual manera que con Veneno han puesto sobre la mesa la realidad trans…
MARIONA TERÉS ⇒ Sin duda. Está ayudando mucho a conocer el mundo trans, y sus problemáticas. Aunque queda mucho camino por recorrer, porque, por ejemplo, no entiendo dónde está el debate sobre si las mujeres trans son mujeres o si los hombres trans son hombres, que últimamente veo candente. ¿Qué debate puede haber? Bastantes trabas les pone ya la sociedad a las personas trans.
SHANGAY⇒ ¿Cómo llevas que todo el mundo dé por hecho que eres muy graciosa?
MARIONA TERÉS ⇒ Es algo que va conmigo. La comedia está en mí, porque vivo de por sí en un timing cómico: hablo rápido, gesticulo muchísimo… La llevo incorporada. Hago gracia incluso sin querer; porque hay momentos en los que estoy afectada o cabreada, y la gente a mi alrededor se ríe, y no lo entiendo.
SHANGAY⇒ ¿También llevas la mariliendre incorporada?
MARIONA TERÉS ⇒ La llevo en la sangre sí, en honor a mi madre, que también lo ha sido siempre. La realidad LGTBI la he tenido muy presente desde pequeña, así que la he vivido con normalidad. Conocía en mi pueblo al barrendero que se travestía por la noche, a los amigos gais de mi madre… Por eso soy un maricón en un cuerpo de mujer. ¿Qué podía hacer? Pues unirme [risas].
SHANGAY⇒ ¿Crees importante dar la cara como lo haces contra la gordofobia?
MARIONA TERÉS ⇒ Claro. Hay que hablar de ello, porque tenemos demasiado normalizados comentarios gordófobos que responden a patrones con los que hemos convivido siempre en esta sociedad patriarcal… Y si todo el mundo fuese consciente del daño que hace en ocasiones con sus comentarios, creo que una gran mayoría dejaría de hacerlos; en ese sentido me muestro muy positiva.
SHANGAY⇒ ¿Un sueño profesional?
MARIONA TERÉS ⇒ ¡Cariño, trabajar con Almodóvar! [risas]. Sería lo más. Recuerdo cuando Javi Ambrossi, que me conocía de un curso de teatro que hicimos juntos, me decía: “¿Pero qué haces tú trabajando en un bar? A ver cuando te descubre Almodóvar”. Al final, ha sido Javi el que me ha abierto las puertas de esta profesión.
FOTOS: ADRIÁN NUCELAAR
Maquillaje: Crislo
Peinado: Alberto Pérez
En colaboración con Alberto Dugarte Institute