Afincada en París («la energía creativa allí es muy inspiradora»), con orígenes hindúes y raíces malagueñas –siempre que puede se escapa a ver a la familia en Fuengirola–, Tracy de Sá confiesa que ha tenido que hacer un ejercicio de años para abrazar con fuerza su diferencia, aquella que en un principio le cerró puertas artísticas.
Una vez se ha aceptado con todas las consecuencias, ha publicado su segundo álbum, In Power, que presentó recientemente en un showcase privado en Madrid. Un miniconcierto en que Tracy de Sá dejó bien clara su –contagiosa– defensa del «pussy power», alternando español, inglés, francés e hindi, y compartiendo su música, de fuertes raíces urbanas, y un mensaje de lo más universal.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo te sientes al tener tu segundo disco fuera?
TRACY DE SÁ ⇒ Muy orgullosa. A pesar de todas las dificultades que ha provocado la pandemia, ahí está. Queda una parte de frustración porque si no hubiera pasado todo habría sido distinto… Sigue habiendo un ambiente extraño, pero bueno, quiero pensar que lo importante es la calidad de mi música, sin tener en cuenta el número de reproducciones o visualizaciones.
«Ya no estoy buscando la validación de la gente, celebro ser original»
SHANGAY ⇒ En este disco estás más empoderada que nunca…
TRACY DE SÁ ⇒ Es una continuación del primero, pero llego con más confianza y otra manera de decir las cosas. Se nota que ya no estoy buscando la validación de la gente, ni tener que justificar las cosas que digo en él; lo que cuento lo hago sin filtros. He hecho un trabajo psicológico largo, y en ese sentido, la cuarentena me ayudó. Porque me pude parar a pensar en las cosas que me habían traumatizado, y en las cosas que no me gustaban en mi vida.
Los traumas los he volcado en mi música, y cada vez que canto ciertos temas los revivo, son parte de mi arte. Esta vez he querido crear desde otro lugar, y darme cuenta de que soy mucho más que mis traumas. Si tengo una buena imagen propia, cómo me vean desde fuera no me puede afectar.
SHANGAY ⇒ ¿Tenías claro que querías abrir el espectro musical en cuanto a estilos?
TRACY DE SÁ ⇒ Sí. En el primer álbum me esforcé por encajar dentro de la música urbana, y que dejaran de decirme que lo que hacía era demasiado diferente. Ahora tengo claro que celebro ser original, y que quiero hacer solo aquello que me haga sentir orgullosa, encaje o no. Lo mismo hago hip-hop que reguetón, puedo entrar en el mercado francés, inglés o español. Mi música es universal, y mi sonido actual me representa.
SHANGAY ⇒ ¿Te surge de manera natural mezclar idiomas en tus canciones?
TRACY DE SÁ ⇒ Sí, porque en un mismo día puedo hablar en cuatro idiomas diferentes. Según el flow, la base y la temática de un tema, me pide uno u otro.
SHANGAY ⇒ ¿Ves a la gente más receptiva a la multiculturalidad?
TRACY DE SÁ ⇒ Sí, por fin la gente se ha dado cuenta de que lo reina en el mundo es esa multiculturalidad [risas]. Los migrantes hemos aprendido idiomas diferentes según donde vivimos, y nunca nos ha parecido nada exótico ni bonito. Ahora, la globalización ha demostrado lo enriquecedora que es la diversidad cultural. Toca ir eliminando los clichés que siguen muy enraizados: porque si yo hablo español y vivo en Francia no se debe dar por hecho que una conversación conmigo tiene que incluir temas como las fajitas o bailar salsa.
«Siempre me he sentido aliada de la comunidad LGTBI»
SHANGAY ⇒ ¿Dónde sientes que se celebra más la diversidad, en Francia o en España?
TRACY DE SÁ ⇒ Están más o menos al mismo nivel, porque en los dos países existe un racismo institucional y sistemático que está muy enraizado. En Francia quizá pasa más desapercibido porque hay muchísima diversidad cultural, que se ve en la calle, pero no está tan representada en los medios de comunicación, queda mucho por hacer. En España ese racismo se debe a gente muy cerrada que te insulta a la cara. Son dos formas muy distintas de vivirlo. La gente racializada cada vez nos callamos menos, nos negamos a ser invisibles. Movimientos como el Me Too o Black Lives Matter han sido muy importantes, porque han puesto esas cuestiones en la mesa. Y nos han recordado que a las mujeres racializadas les debemos muchos de nuestros derechos.
SHANGAY ⇒ Algo que la comunidad LGTBI tiene muy claro…
TRACY DE SÁ ⇒ Por supuesto. Igual que es muy importante que las personas trans o intersex estén representadas. No tiene sentido que en 2022 se haga bullying a niños trans, que en ocasiones terminan por suicidarse, o que todavía se planteen métodos de conversión por parte de ciertos colectivos. ¡¿En qué mundo estamos?!
SHANGAY ⇒ ¿Por qué has estado siempre tan ligada a las reivindicaciones del colectivo LGTBI?
TRACY DE SÁ ⇒ Porque siempre me he sentido incluida en la comunidad. Cuando has vivido opresión sabes lo que es. No me di cuenta de mis privilegios como persona heterosexual hasta que me vi como aliada de la comunidad. Cuando a día de hoy me llaman para que opine sobre la heteronormatividad en el mundo del rap, lo que hago es pasarle una lista de personas LGTBI para que sean ellas las que expliquen la discriminación que viven. Porque, a ver, dime un rapero abiertamente gay. Vale, Lil Nas X, y está en Estados Unidos. Habrá más, ¿no? Y no es cuestión de que ser racionalizada o tu orientación sexual sea lo que define como artista. Agota tener que explicarlo todo el rato.
«Las mujeres somos las primeras que tenemos que reivindicar y visibilizar nuestra fuerza»
SHANGAY ⇒ ¿Por qué quisiste rodearte de drags en el vídeo de Minifalda?
TRACY DE SÁ ⇒ Me parecía lo lógico. Para mí la ropa no tiene género, y qué mejor manera de reivindicarlo que con personas que opinan como yo. A las drags les debemos muchas tendencias de moda, que en muchos casos nos hemos apropiado, y quise celebrar su manera de fusionar la masculinidad y la feminidad. Si yo quiero reivindicar que el mundo debe ser más inclusivo para la comunidad LGTBI, soy la primera que debo mostrarme menos heteronormativa en mis vídeos.
SHANGAY ⇒ Estás a tope con el ‘pussy power’…
TRACY DE SÁ ⇒ Claro que sí. Es importante que cambiemos la imagen que tenemos de la anatomía femenina. Nos dicen que por tener vagina, útero y la regla somos más débiles y frágiles…, menuda estupidez. Quiero que se vea que el cuerpo de la mujer no podría ser más fuerte. Somos nosotras las primeras que tenemos que reivindicar y visibilizar esa fuerza, y es importante que las nuevas generaciones de mujeres luchen por que sus cuerpos y su ropa no las definan. Se acabó que los privilegios del hombre heterosexual sean más importantes que la educación y la seguridad de una mujer.
SHANGAY ⇒ ¿Crees que también se aceptan cada vez más los cuerpos no normativos en la música urbana, que siempre los ha defendido a muerte a nivel estético?
TRACY DE SÁ ⇒ Sí, se van visibilizando cada vez más, aunque sigue costando. Una artista está siempre expuesta, y si tiene barriga tiene que aceptarlo y representarlo, aunque lógicamente conlleva un trabajo. No hace falta ser delgada para sentirte bien contigo misma. Tengo un cuerpo que no necesariamente encaja con la norma, y si una marca u otras personas no lo aceptan la culpa es suya. Cuesta sentirte bien en muchas ocasiones, pero hay que trabajarlo. Porque mi meta en la vida no es sentirme guapa cuando implica editar mucho tus fotos para las redes.
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