Tras el éxito de La extraña historia de Maurice Lyon, Oriol Nolis (1978) presenta La fragilidad de todo esto, editada por Círculo de Tiza.
Seguramente, Oriol se haya colado en muchas de vuestras casas como presentador en algún telediario, debate de importancia o programa de radio. Pero hoy deja las cámaras y los informativos a un lado para abrirse en canal y contar una historia no apta para almas sensibles, pues los sentimientos afloran tras cada coma de la narración.
La novela de Oriol Nolis la protagoniza Óscar, un presentador de televisión conocido, perteneciente a una familia burguesa de Barcelona, que se ve encerrado en un hospital durante más de cuarenta días. Su madre, afectada por una infección pulmonar, se está muriendo, y su relación, de más de diez años, con otro hombre ha visto su fin con la inesperada llegada de un alumno que le roba el corazón.
El protagonista, que durante años ha vivido cómodamente, bien relacionado y con la seguridad como estandarte, ve su antiguo mundo desmoronarse. Se ve envuelto en una crisis de los 40 que le lleva a hacer un repaso por los momentos más importantes de su vida. Mediante un relato íntimo, con un ritmo trepidante, Oriol invita a plantearse lo siguiente: ¿No es todo lo que nos rodea más frágil de lo que pensamos?
El autor nos enseña el camino angosto y doloroso de una enfermedad azarosa. Una historia que subraya el sufrimiento de las familias que acompañan a un ser querido en sus últimos días y que consigue liberarnos del miedo.
SHANGAY ⇒ Lo que tu familia y tú pasasteis parece que vaticina lo que ocurrió en la pandemia. ¿No te parece?
ORIOL NOLIS ⇒ Después de vivir la experiencia contada en el libro, cinco meses después, estalla la pandemia y pienso: «Pero bueno, si esto es lo que yo viví con mi madre, los mismos síntomas, las mismas reacciones…». Fue como revivir una pesadilla, que afectaba a millones de personas en todo el mundo. Siempre me quedó la duda de si mi madre se vio afectada por un caso de coronavirus muy temprano, nunca le dieron un diagnóstico certero.
SHANGAY ⇒ El sufrimiento de su madre pone muy nervioso a veces a tu alter ego. Óscar es a veces impaciente, temperamental y obstinado. ¿Estos atributos te representan?
ORIOL NOLIS ⇒ Yo creo que son maneras de reaccionar del personaje que, en algunos momentos, han partido de mi propia persona y los he vivido en mi propia carne. A medida que ha pasado el tiempo, he intentado corregir la impaciencia y ese pronto que responde más a un comportamiento inmaduro que solemos tener todos en una edad temprana.
«La conectividad constante me agobia y me resta calidad de vida»
SHANGAY ⇒ Las referencias literarias, cinematográficas y musicales son recurrentes en tu novela. ¿Qué obra de ficción ha influido más en tu vida?
ORIOL NOLIS ⇒ Lo que el viento se llevó es mi película favorita, y Escarlata O’Hara es el personaje de ficción más redondo y que más me gusta. Y eso que está rodada cuarenta años antes de que yo naciera. El valor de algunas historias es que, a pesar de estar escritas mucho antes de que uno nazca, tienen personajes y elementos que perduran en el tiempo y que pueden emocionarte igualmente. Soy muy lector, pero soy tanto o más cinéfilo. El cine, para mí, ha sido un refugio.
SHANGAY ⇒ Dices que trabajar el fin de semana te daba libertad para disfrutar de tus hobbies, de rechazar citas, de estar solo… ¿Cómo es el Oriol ermitaño?
ORIOL NOLIS ⇒ Tengo una parte muy sociable, a la que le gusta compartir tiempo con los demás, pero hay otra, que tiene más peso en mí, que tiene un punto de introvertido y, casi, de misántropo. Aprecio mucho la soledad. La conectividad constante me agobia y me resta calidad de vida.
SHANGAY ⇒ El personaje de Guille encarna a las nuevas generaciones LGTBIQ+ que sí han sido aceptadas por su familia. ¿Tuviste una suerte distinta?
ORIOL NOLIS ⇒ No se daban las condiciones para que pudiera vivir mi homosexualidad con la normalidad que me hubiera gustado. Ni mi entorno familiar ni social eran los idóneos. Me costaría mucho encontrar a alguien de mi edad que me dijera que su entorno social o familiar encajaba la homosexualidad como una circunstancia más. Ahora, hay padres y madres mucho más sensibilizados. Pero vivimos microrrealidades, y tendemos a pensar que la nuestra es la del resto, pero no es así.
SHANGAY ⇒ ¿Ha sido este libro sanador para tu crisis de los 40?
ORIOL NOLIS ⇒ Ha sido sanador escribirlo. Me ha permitido ordenar algunos pensamientos, poner nombre a sentimientos… Dar respuesta a cómo ha sido mi vida en un relato, y a por qué he tomado las decisiones que he tomado. Aunque sea una ficción, a uno le ayuda a estar de acuerdo con uno mismo. Lo más difícil ha sido darse cuenta de que no hay nada demasiado sólido sobre lo que construir la propia vida. Al final, todo se construye sobre unos cimientos frágiles.
«Ni mi entorno familiar ni social fueron los idóneos para crecer viviendo mi homosexualidad con normalidad»
SHANGAY ⇒ ¿Qué es lo más difícil y lo más fácil de llevarte diecisiete años con tu pareja?
ORIOL NOLIS ⇒ Lo peor que podemos hacer es caer en tópicos sobre las franjas de edad. Hay gente de 40 o 50 años muy inmadura, y otros de 20 y 30 con la cabeza muy amueblada. Una diferencia de edad no presupone que los intereses tengan que ser necesariamente distintos. No dudo de que haya relaciones con diferencia de edad en las que haya un elemento de subordinación, pero no es la relación en la que yo me siento cómodo. Creo en relaciones en las que ambas personas se sitúan en un terreno de igualdad en lo que sienten y piensan la una de la otra.
SHANGAY ⇒ La inseguridad aparece en muchos momentos de la novela. ¿Has sanado tu miedo a que las relaciones terminen súbitamente?
ORIOL NOLIS ⇒ No me gusta que las cosas terminen, las despedidas nunca me han gustado. El protagonista evoluciona a través de la enfermedad de su madre hacia esa conclusión de la que hablaba antes. A pesar de que las relaciones, la salud o el trabajo sean frágiles, no por eso tienes que dejar de vivirlas con tranquilidad. Disney ha hecho mucho daño. Si uno ha sido feliz y ha estado bien, ¿por qué no puede querer a tres personas a lo largo de su vida, o cuatro o cinco? Vamos por la vida sin ningún manual de instrucciones. El analfabetismo emocional nos causa graves problemas.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo crees que hubieras vivido esa etapa de desenfreno con Grindr, Tinder y otras redes sociales?
ORIOL NOLIS ⇒ La etapa de desenfreno asociada a los años de juventud tiene un punto de reafirmación que creo que es bueno. Si uno no puede vivir su sexualidad desde pequeño de manera normal, crea una especie de tapa que luego se abre de una manera violenta. Pero esa etapa hay que saber dejarla atrás. Tengo la sensación de que los gais vivimos continuamente huyendo de alguien o de nosotros mismos. Hay que saber divertirse de una manera más consciente.
LA FRAGILIDAD DE TODO ESTO DE ORIOL NOLIS ESTÁ EDITADA POR CÍRCULO DE TIZA