Javier Ruesga: "En algunos momentos de 'Las noches de Tefía' me sentí Madonna"

Temas: Derechos LGTBIQ+, Entrevista, Madonna, Serie

Miguel del Arco firma la serie de 6 capítulos Las noches de Tefía, disponible en Atresplayer Premium. Una ficción basada en terribles hechos reales de nuestra historia.

Y es que entre 1954 y 1966 existió, en un paraje desértico de Fuerteventura, un campo de concentración franquista conocido con el eufemístico nombre de Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía. En él, se intentaba reconvertir a hombres gais, considerados delincuentes por la existencia de la Ley de vagos y maleantes.

Esta serie coral se desarrolla en tres planos espacio-temporales, con un punto de metaficción. Los presos no solo viven su cruda realidad en Tefía a principios de los años 60; también sueñan con una vida mejor y más glamurosa, que se desarrolla en el club nocturno Tindaya, su vía de escape para olvidar su cruda vida como presos. En 2004, uno de los supervivientes, Airam (Jorge Perugorría) tiene que hacer frente a un pasado que, por más que quiere olvidar, no puede, y que afecta directamente a su día a día.

En su extenso reparto están, entre otros, Patrick Criado, Marcos Ruiz, Israel Elejalde, Miquel Fernández, Roberto Álamo, Mingo Ávila, Raúl Prieto, Ana Wagener, Jorge Usón, Carolina Yuste y Javier Ruesga, que da vida a La Sissi, una mujer trans. Una experiencia que para él ha supuesto un antes y un después en su carrera hasta la fecha. «Después de este regalo de Miguel del Arco, todo lo que me ofrezcan me va a parecer poco», dice entre risas.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo te sentiste al saber que el papel de La Sissi era tuyo?
JAVIER RUESGA ⇒ La casualidad fue increíble: me lo dijeron la tarde antes de irme justo a Canarias de vacaciones. Así que allí empecé a preparar el personaje, su acento y demás. Fue duro tener que perder tanto peso para el personaje, pero aún lo fue más reflexionar sobre nuestra falta de derechos no hace tanto tiempo. Como parte del colectivo, me tocaba directamente lo que cuenta la serie. No olvidemos que cuenta la historia de un grupo de maricones metidos en un campo de concentración por ser quienes eran.

«No olvidemos que la serie habla de maricones metidos en un campo de concentración por ser quienes eran»

SHANGAY ⇒ ¿Conocías la historia de Tefía?
JAVIER RUESGA ⇒ No. Sabía que existió la ley de vagos y maleantes, claro, pero del campo de concentración no tenía ni idea. Este trabajo me ha ayudado a tomar conciencia de la sociedad en que vivo y de la que vengo. Siendo joven, piensas que vienes desde la cuna con unos derechos adquiridos, y es importante saber por qué los tienes. Es algo que he tenido en mente en las recientes elecciones, sin ir más lejos. Era la segunda vez que votaba en mi vida, y lo he hecho con miedo. Me hizo recordar que venía de un sitio en que había estado muy reprimido, y el terror a ese posible paso atrás me trajo a la memoria la serie.

SHANGAY ⇒ ¿Cuándo habías sentido tú represión?
JAVIER RUESGA ⇒ La infancia no es fácil para una persona del colectivo; al menos, para mí no lo fue. Estudié en un colegio de curas, y no es fácil cuando se ve claramente que eres una persona LGTBIQ+. Si no lo pareces, es más fácil para ti. Por eso admiro tanto a mi personaje, porque La Sissi lleva por bandera quien es, aunque sufra mucho, y eso me parece un gran acto de valentía. En el colegio sufrí bullying, acoso, recibía llamadas anónimas… Por suerte, no me dieron de hostias, porque a compañeros cercanos sí les dieron palizas. Por suerte, esa valentía que yo no sentí creciendo se la he podido dar a La Sissi ahora gracias a mi aprendizaje.

«Nunca me han dicho «no te cogemos porque eres gay y tienes pluma»

SHANGAY ⇒ ¿Ha sido liberadora esta experiencia?
JAVIER RUESGA ⇒ Sí, sí. También me he reconciliado con mi expresividad y mi gestualidad, he disfrutado muchísimo dándole vida.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo viviste tu transformación física?
JAVIER RUESGA ⇒ Es heavy, ¿eh? Es que hay secuencias en el campo de concentración en las que ni me reconozco. Tuve que borrar mi corporalidad, hacer dieta… Perder 10 kilos (y mantener ese peso) lo llevé regular, porque ya soy delgado, y pasé momentos de ansiedad con la comida. Cuando rodábamos las partes de Tefía incluso me cambiaba el carácter. Ya en Tindaya [ese music hall soñado] a La Sissi la ves con los tacones, la peluca, el pecho, las caderas… Pero siempre con esa delgadez que me marcaba los rasgos de la cara. Si hasta se me ven ojazos, con lo pequeños que los tengo. Porque la vida me dio labios, pero ojos, no [risas].

Lo importante fue trabajar el personaje desde el campo de concentración, cuando no tiene artificios. Ella los usa en Tindaya porque quiere verse de esa manera, pero no para que lo necesite para ser quien es. Porque cuando aparece sin tetas, antes de imaginarse en el club, sigue siendo la misma mujer, aunque aspire a operarse en Casablanca. Me he documentado mucho sobre la realidad de las mujeres trans, y ves cómo sigue pareciendo que haya dos categorías, las que tienen cispassing y las que no por la presión social, y esa exigencia insalubre la sufren tanto ellas como las personas a su alrededor.

SHANGAY ⇒ ¿Te cuestionaste si decir o no abiertamente que eres una persona LGTBIQ+ cuando decidiste dedicarte a la interpretación?
JAVIER RUESGA ⇒ Si te soy sincero, sí. Te entra la duda porque tienes miedo y te comentan compañeros que existe ese temor de que quizá te limite. Por suerte, no lo he vivido de manera directa; nunca me han dicho «no te cogemos porque eres gay y tienes pluma». A las pruebas me presento tal y como soy, con honestidad y sin tapujos; la realidad está cambiando, y también tenemos que hacerlo nosotros. Ya el juicio está en la mirada del otro; yo pienso seguir demostrando con mis personajes que puedo hacer todo tipo de papeles.

«Me he reconciliado con mi expresividad y mi gestualidad»

SHANGAY ⇒ La diversidad también está muy representada en los otros personajes de la serie…
JAVIER RUESGA ⇒ Tal cual. Y tenemos a actores heterosexuales haciendo de homosexuales, actores cis haciendo de trans, actores gais haciendo de heteros… Esta serie es una excepción que confirma la regla, porque la interpretamos actores de todos los colores y formas.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo te sentiste la primera vez que te viste caracterizado como La Sissi artista?
JAVIER RUESGA ⇒ Fue alucinante. Miguel del Arco también trabajó con nosotros la necesidad de quitarnos ciertos pudores, y los míos se desvanecieron cuando me vi totalmente producido, porque no me reconocía en el espejo. Cada look y cada maquillaje eran más increíbles que el anterior [risas]. Aparecía a rodar y se me quedaba gente mirando como «¿de dónde sale esta diosa?». Hubo momentos en que me sentí Madonna [risas]. Bailar tanto ha sido genial, porque yo era bailarín de pequeño y me encanta. Venía de ahí, y estoy deseando apuntarme clases en septiembre otra vez.

SHANGAY ⇒ Después de un proyecto tan guay, querrás comerte el mundo…
JAVIER RUESGA ⇒ Totalmente. Estoy como en el banquillo, deseando que me saquen otra vez ya. Porque llevo unos meses parado, y estoy esperando que llegue otro proyecto lo antes posible. Ojalá sea algo totalmente distinto. Bueno, no me preocupa eso, lo va a ser seguro [risas]. No tengo prisa, pero sí muchas ganas.

Siempre tienes miedo de que no suene el teléfono, pero lo importante es que mi vida no ha cambiado. Lo único, que ya no vivo con mi madre y me he independizado. Pero estoy administrándome bien el dinero, así que no tengo ansiedad. Sé que soy muy joven y completamente desconocido, pero me están sucediendo cosas maravillosas y estoy trabajando con gente increíble. Soy una persona muy ambiciosa, y ojalá me ofrezcan cosas que me apetezcan pronto.