¿Por qué no hay que perderse 'Yo te querré' en el Teatro de La Zarzuela? (el Proyecto Zarza vuelve a romper con todo)

Temas: Daniel Bianco, Madrid, Proyecto Zarza, Teatro de la Zarzuela, Zarzuela

El Proyecto Zarza vuelve a poner los puntos sobre las íes. Es un empeño personal de Daniel Bianco, director del Teatro de la Zarzuela, para mostrar a los jóvenes que hace ya muchas décadas (siglos, incluso) que nuestro género lírico, es decir, la zarzuela, rompe con todo los establecido y que siempre ha sido crítica con el poder. Incluso con los roles de género.

Yo te querré es el nuevo título que se sube al escenario en esta iniciativa. Van ya siete ediciones. Bianco deja la dirección del teatro este otoño, y sería conveniente que quien le suceda no echase todo este trabajo por la borda. Es más, hasta sería conveniente que este hombre de teatro (es escenógrafo) siguiera en este lado del río, el de la gestión, y se quedase al frente de este coliseo –único en el mundo– un par de años más. Pero esto ya es una opinión personal, que no información sobre este estupendo proyecto.

A lo que vamos: ¿por qué no hay que perderse este Yo te querré? Por si alguien aún no lo sabe, recordemos qué es el Proyecto Zarza… Pues es zarzuela hecha por jóvenes y para jóvenes. Es un plan –quizá el más interesante que se ha hecho en los últimos años en este sentido– para acercar nuestro (desconocido) patrimonio lírico a gente que jamás se acercaría a él por sí misma. Y acaba de estrenarse el último de ellos.

La idea fue galardonada con el Premio Ópera XXI (entidad que engloba a los principales los teatros de ópera de España) a la Mejor Iniciativa de Fomento de la Lírica en 2021. Como decimos, estamos ya en la séptima edición, y en todas ha supuesto un éxito absoluto de público. Es por eso por lo que hay que correr para no perdérselo. Porque, además, las entradas son súper baratas.

Ahora toca Yo te querré, basada el la obra del maestro Alonso. La transgresión vuelve a subirse al escenario, por lo que podría volver a ocurrir que acusasen a Bianco de querer «adoctrinar a la juventud» para convertirla en personas LGTBI. Dato: en las seis ediciones presentadas desde que se iniciara en la temporada 2016/2017, han ocupado las butacas del teatro 43.000 espectadores, de los que más de 25.500 eran escolares… Sin comentarios. Y le puso música a esto el gran maestro Alonso: «No te enfades ni por nadie ni por nada, tomar la vida en serio es una tontería. No es un misterio, ¡hay que vivir!». Y lo estrenó, en su momento, la inmensa Celia Gámez en el Teatro Pavón, en 1931.

Hasta ahora hemos podido ver La revoltosa, El dúo de La africana, La verbena de La Paloma, Agua, azucarillos y aguardiente, Amores en zarza y El sobre verde. Ahora toca disfrutar de estas nueve funciones de Yo te querré con música de Francisco Alonso, en torno a la cual se desarrolla un texto de la dramaturga Lola Blasco –Premio Nacional de Literatura Dramática en 2016– en el que vienen y van boxeadores, indios, falsas cupletistas, transformistas e, incluso, espías.

Todos ellos son personajes de principios del siglo XX inspirados en el cancionero (¡qué palabra más bonita!) del Maestro Alonso. Personajes que, en palabras de Lola Blasco, “nos introducen con humor negro en sus enredos y que nos hacen ver que, aunque su mundo es el reflejo del pasado, sus problemas no distan tanto del presente”.

La obra gira alrededor de la memoria, de la importancia vital que tiene el hecho de conservarla. De preservarla contra viento y marea. “Si hay algo que persiste aunque ya no estén aquellos a los que amamos, es su memoria”, afirma la autora del libreto, y añade: “Conservar esa memoria es un acto de amor y apelar al amor en este, nuestro tiempo, casi puede considerarse un acto de rebeldía”.

Como decimos, es proyecto es la niña mimada de Daniel Bianco. Y no es de extrañar, porque ha conseguido que los castings para cualquier de los títulos sirvan de trampolín para que muchos de los actores que han estado ‘en Zarza’ hayan dado el salto a la programación ‘oficial’ del teatro, o a cualquiera de los escenarios de ese Broadway local en el que se ha convertido Madrid.