¡Euro-sorpresa! RTVE ha tomado una decisión sin precedentes en la historia de la cadena pública: suspender el modo de selección previsto y escoger al candidato que representará a España en la 64ª edición de Eurovisión atendiendo a las últimas súplicas de los eurofans; es decir, llevar a Lola Índigo a Tel Aviv.
Todo se debe a que, hace unos días, el anunciado –y temido– boicot a Eurovisión llegaba a OT 2018 con la visita de los expertos de RTVE a la Academia. Durante este encuentro, concursantes como Alba Reche, Natalia o María se mostraron muy críticas con la elección de Israel como sede del certamen. “El Festival está muy bien como oportunidad y tal, es por otras cosas que, en mi caso, no tienen que ver con la música. Si fuese en Ámsterdam… Es todo lo que tengo que decir”, expresó Alba con el consiguiente respaldo de sus compañeras.
De esta forma tan espontánea, el talent show se sumaba a una polémica que lleva meses rugiendo en las redes sociales y a la que se han unido centenares de rostros de la cultura. En un pormenorizado texto, el bando disconforme solicita que el festival se celebre en un país distinto a Israel por su “grave violación de los derechos humanos palestinos desde hace décadas”.
La realidad es que, salvo Famous y Noelia, ninguno de los concursantes parece ilusionado con la idea de ser el sucesor de Amaia y Alfred. Y no solo por motivos políticos, también tienen razones artísticas y musicales. Como ya pasó el año pasado con Lo malo, a ninguno le termina de convencer la canción que le han asignado. Esta desgana se ha contagiado a las redes sociales, y los eurofans llevan días reclamando un golpe en la mesa de la organización. “Triunfitos, a llorar a Jerusalén. Cambio y corto”, decía un tuitero cabreado parafraseando a la Pitonisa Eugenia, la sin par madre de la serie Aída interpretada por Maribel Ayuso.
Esta rebeldía e inapetencia generalizada de los triunfitos ha debido saberle a cuerno quemado a la cúpula de la cadena pública porque hoy nos han sorprendido con una autoritaria determinación. Ni Natalia, ni Alba, ni Sabela, ni María, ni Miki, ni Famous… irán a Eurovisión, este año nuestro representante será la banda de Lola Índigo. Así lo ha comunicado @eurovision_rtve en un breve tuit. “Por motivos que aclararemos en las próximas horas, @RTVE ha decidido que @lolaindigomusic representará a España en Eurovisión 2019 #Eurotemazo2019”, lanzaban a primera hora de la mañana.
Según explican fuentes muy cercanas al eurofestival, la decisión se empezó a fraguar hace una semana. Lola Índigo estrenaba su segundo single, Mujer bruja, y la plataforma de eurofans #LolaIndigoEurovisión se hacía fuerte en Internet. Todos coincidían en su entusiasmo: Mimi y sus bailarinas son el revulsivo que España necesita para triunfar en Eurovisión. Un grupo actual, fresco, feminista, con una canción y un show solido… Además, Mimi ya nos contó en exclusiva que estaría encantada de ir… ¡Simplemente perfectas! Salvo por un detalle: ya se había convenido por contrato que uno de los euro-alicaídos concursantes de OT 2018 sería el representante.
Sin embargo, hecha la ley, hecha la trampa. La misma fuente afirma que la organización se habría guardado un as bajo la manga cuando escribió las condiciones de selección del candidato. Y asegura que entre todos los epígrafes añadió una cláusula que avalaría esta decisión no contractual, este inesperado giro argumental, este salvavidas que nos libraría del euro-estupor.
A expensas de leer comunicado detallado que ha prometido RTVE, nos quedamos fantaseando. Y nos hacemos algunas preguntas importantes: ¿Qué canción llevará Lola Índigo? ¿De optar por Mujer bruja, podría acompañarlas Mala Rodríguez? ¿Cómo resarcirán el honor de los concursantes deseurovisados? ¿Les regalarán la discografía completa de Vicente Seguí, el flamante ganador de OT 2003? ¿Cuántos de nuestros lectores se habrán tragado esta inocentada?