Las botas equivocadas, un despertador que nunca sonó, y una pequeña gripe, por culpa de una secadora que no cumplió su función, no fueron en absoluto un impedimento para que Miriam Rodríguez demostrara sobre el escenario su talento.
El concierto empezó tarde, pero no precisamente por culpa de la artista. La cola de personas para entrar a la Sala But daba la vuelta al edificio, y hasta las 21:15h estuvo la gente entrando. Aforo completo y público dispuesto, el show comenzaba.
Los músicos salieron a escena y el público enloqueció, pero fue con la entrada de Miriam cuando todos sus seguidores se dejaron las cuerdas vocales para mostrarle su cariño.
La tercera clasificada de Operación Triunfo 2017 estuvo arropada, además de por un fandom acérrimo y organizado que lo demostró con globos y pancartas en algunas canciones, por muchos de sus seres queridos. Familiares y amigos entre los que se podía reconocer a excompañeros del programa como algunos bailarines, el jurado Manuel Martos, Marina…
La de Pontedeume se dejó el alma en cada una de las canciones, al igual que los asistentes, que la acompañaron a capela cuando ella lo pidió, por ejemplo, en su single con mensaje feminista Hay algo en mí.
La artista brilló sobre las tablas, del mismo modo que Vega y Pablo López. Los cantantes participaron en la composición del disco Cicatrices y anoche interpretaron, para sorpresa de los asistentes, Sin rencor y No respectivamente. Unos de los momentos más especiales y únicos del evento.
Sin saberlo en un principio, pudimos disfrutar del concierto al lado del padre de la cantante. Un hombre al que no le faltan motivos para estar orgulloso, y una noche en la que la cantante confesó estar más sensible de lo habitual.
Miriam demostró en su primer concierto en la capital del Contigo Tour que no necesita el apodo de triunfita para consolidarse en el panorama musical español como una profesional muy preparada, cuyo futuro es muy prometedor.
Garra, voz, fuerza, música, compositora, seguridad… La leona se ha ganado su seudónimo con su música.
Muchas casualidades y una noche diferente convirtieron el espectáculo de la gallega en irrepetible. Una cita que se repetirá en la capital el 30 de marzo en el Teatro Circo Price.
Foto de portada: Raúl Rodríguez