Te descubrimos dos secretos (gastronómicos) de Canarias

Las Islas Canarias son un paraíso. Y lo son más allá de los tópicos turísticos de sol y playa o, a nivel gastronómico, de sus exquisitos plátanos o papas (arrugadas o no). Los aguacates y papayas locales, por ejemplo, son dos de esos manjares que hacen que tu viaje, sea del tipo que sea, se convierta en una escapada gourmet.

El secreto está en los alisios. Estos vientos dan a las islas un clima que las hace únicas. Lo cual, asociado a una tierra de una fertilidad extrema, hace que todo lo que se cultive allí tenga un sabor excepcional. Si a ello le unimos también una producción agrícola tradicional, respetuosa con el medio ambiente, hace que los productos canarios tengan un plus que se consigue en muy pocos sitios del mundo.

Estamos en unos años en los que todo el mundo se ha apuntado a la moda eco, orgánica, al carro de la sostenibilidad. Es necesario que sea así: el planeta lo necesita. Pero debemos recordar que el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) lleva desde 1971 investigando los productos locales –con la sostenibilidad medioambiental como premisa– para la diversificación, y para conseguir la excelencia. El objetivo es que la calidad agroalimentaria no se resienta en la búsqueda de la también necesaria competitividad en el mercado internacional.

Durante muchos años, el plátano ha sido la mejor tarjeta de presentación del archipiélago. Y lo sigue siendo. Los mejores gastrónomos mundiales se han rendido ante él. Tantos años de experiencia en la comercialización del plátano canario han servido para que otros productos –que hasta ahora no habían sido exportados de forma tan masiva– comiencen a ser conocidos fuera de las islas.

El aguacate y la papaya son solo dos ellos. Si viajas a Canarias descubrirás estos manjares. Pero una vez que regreses a casa, podrás seguir disfrutando de este viaje gastronómico que no tiene fin. Las tan deseadas eternas vacaciones están más cerca de lo que crees…

El aguacate

Es la fruta millennial por excelencia; el símbolo de toda esa generación. Pero, además, el aguacate es la fruta de moda, y es conocida hoy como ‘el oro verde’. Todo son bondades.

En Canarias puedes comerlos durante todo el año, pues hay diferentes variedades que lo hacen posible: empieza el Aguacate Fuerte (a partir de septiembre y hasta febrero); el Hass (desde noviembre hasta mayo-junio) o el Lamb Hass (desde marzo hasta julio).

Los puedes disfrutar en todas las islas. Una gran parte se cultiva con sistemas tradicionales, y se está abriendo una línea de exportación con gran éxito. Todos los dietistas lo recomiendan porque es un superalimento con grasas insaturadas, que son las grasas saludables. Con un alto porcentaje en aceites, su contenido en materia seca también es alto, lo que hace que sea muy sabroso.

En tu viaje a Canarias, no dejes de visitar establecimientos típicos –donde haya productos autóctonos– para comerlos. O bien pásate por la plaza del mercado (también llamada recova) para comprarlos. No habrás probado de verdad ‘la fruta de la generación millennial’ hasta que hayas comido un aguacate canario.

La papaya

Las hay todo el año. Pero su mejor momento es en verano y, especialmente, en otoño y principios del invierno. La papaya es otra de esas frutas mágicas que están en el top ten de los dietistas. Es hipocalórica y tiene papaína, una enzima digestiva que evita las digestiones pesadas. Además, como curiosidad interesante, es magnífica para las mañanas de resaca.

Tiene muchísima vitamina A y un gran poder antioxidante, con una biodisponibilidad [el porcentaje de nutrientes y vitaminas que el cuerpo es capaz de absorber en la digestión] más alta que la de la zanahoria cruda. Como el aguacate, se puede disfrutar de ella en todas las islas.

Típica plantación de papaya canaria. [Foto: ICIA]

Hay distintas variedades, y las más conocidas tienen nombres tan sugerentes como Intenzza, Sweet Mary o Sweet Sense. Su exportación también va en aumento. Despertarse ante el Atlántico, darse un baño y luego desayunar papaya canaria es otro de esos regalos que te da el archipiélago.

Y encima, sana. Por eso es otra de las frutas de moda.