Algo pasa con Zara Larsson: ¿por qué no está provocando el revuelo que debería 'Love Me Land'?

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Lo tenía –tiene– todo para convertirse en una superestrella pop, pero Zara Larsson no termina de lograrlo. De hecho, su carrera lleva en desescalada más de un año, sin terminar de retomar el impacto que provocó Lush Life, que continúa siendo su único gran hit a nivel global. Si no ha dejado de publicar bopazos, ¿cómo es posible que a día de hoy publique casi de tapadillo un temazo como Love Me Land?

Un poco más abajo podrás leer la entrevista que nos concedió hace apenas un año, cuando Zara Larsson visitó Madrid como telonera de Ed Sheeranzzzzzzz… Acababa de publicar All The Time –uno de sus mayores growers hasta la fecha–, y venía de hacer comprobado cómo la estupenda Don’t Worry Bout Me había floppeado. Todo un poco incomprensible. El mismo día en que la conocimos ofreció un agradable showcase en la terraza del madrileño hotel Emperador, en donde repasó sus principales hits, y recuperó colaboraciones como las que grabó junto a Clean Bandit (Symphony), David Guetta (This One’s For You) y MNEK (Never Forget You). Vamos, un mini grandes éxitos, propio de una artista con una larguísima trayectoria –ella empezó muy joven, sí, pero fue en 2017 cuando empezó a despuntar–.

El último año lo ha pasado prácticamente en silencio. Se suponía que el pasado otoño tenía que haber visto la luz un álbum que seguimos esperando. Y de repente ha llegado Love Me Land, y no está provocando el revuelo que debería. ¿Por qué? Algo pasa con Zara, sin duda.

En mi charla con ella, reconozco que me deslumbró. Articulada, irónica, siempre con la respuesta perfecta, encantada de responder a las preguntas más incómodas, y con carácter. Lo suele demostrar en Twitter, y estos días está a la que salta mientras promociona Love Me Land. Cuando un fan se quejó de que el tema apenas llegue a los tres minutos –el triste signo de los tiempos–, y que se quedaba con ganas de más, ella respondió: «Así la escuchas dos veces seguidas y acumula más reproducciones». Toma.

Love Me Land tiene algo de anti-hit. Un poco a la manera de Confide in Me de Kylie Minogue. La ha coescrito con auténticos expertos en facturar bops, Julia Michaels, Justin Tranter y Jason Gill. Se nota, porque es una de esas canciones que logran –si te atrapan, claro– hechizarte. Una vez que ves el vídeo, el hechizo es definitivo. Aunque da la sensación de que a Larsson le ocurre como a Tove Lo: no termina de ser lo suficientemente domesticable, ni de tener una imagen lo suficientemente ‘para todos los públicos’ que se exige para arrasar. No es Dua Lipa, básicamente.

Me sorprenden los fans que llevan días diciendo que si tanto gusta entre el público LGTBI Love Me Land es señal de flop asegurado. ¿Acaso hemos dejado de ser prescriptores, después de muchas décadas de ejercer –inconscientemente– como tales? Es en parte una realidad, aunque una muy triste. Aunque yo quiero pensar que si vemos en Zara Larsson lo que otra mucha gente no ve, no todo está perdido.

Ahora puedes leer la entrevista que publicamos con Zara Larsson originalmente en junio de 2019. No ha pasado tanto en su carrera desde entonces, así que mantiene su vigencia intacta.

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Está imparable la joven diva pop sueca Zara Larsson. Cuando se han cumplido cuatro años de su primer megahit global, Lush Life, se acaba de tatuar el título en el brazo izquierdo. «Nos hicimos el tatuaje toda mi banda y yo juntos hace unas semanas», nos confiesa en Madrid, donde actúa este martes 11 de junio como telonera de Ed Sheeran en el Wanda Metropolitano. «Ha supuesto mucho para mí esa canción, y además el título representa lo que todo queremos experimentar, ¿no?».

La suya, desde luego, está siendo bien intensa desde que era una adolescente y ganó un talent show en su país. En 2017 publicó su primer álbum a nivel internacional, So Good, y se prepara para publicar el siguiente el próximo otoño. Entre tanto, nos mantiene muy entretenidos con el lanzamiento regular del singles, de Ain’t My Fault a Symphony (junto a Clean Bandit), pasando por Ruin My Life o las recientes Don’t Worry Bout Me y All The Time. Y no tardará en llegar uno nuevo que anticipará definitivamente su álbum. Vive un momento dulce saboreando lo que es actuar en grandes estadios junto a Ed Sheeran, algo que está disfrutando mucho («vale, yo no actúo con los estadios llenos, porque la gente está entrando aún, pero oye, ¡actuar ante 20.000 o 30.000 personas ya está muy bien!»).

SHANGAY ⇒ ¿Llevas bien esta vida de no parar?
ZARA LARSSON ⇒ La llevo estupendamente. Cuando me paro a pensarlo, me doy cuenta de que es la vida que he conocido desde que era pequeña. De hecho, cuando tengo dos semanas libres y las paso en casa… me aburro. Es una bendición y una maldición a la vez. Porque el resto del tiempo no terminas de sentirte nunca en un sitio que consideres tu hogar. Suerte que el equipo que me acompaña y mi banda es como mi familia ya. Y que mi novio [el modelo Brian Whittaker] viene a verme siempre que puede.

SHANGAY ⇒ ¿Qué tal va la gira con Ed Sheeran?
ZARA LARSSON ⇒ Increíble. ¡Ed es tan majo! He conocido a artistas que no lo son, a los que veía como tensos todo el rato. Nada que ver con él. Y eso que a mis músicos les habían advertido: no le habléis, no le miréis a los ojos, no os crucéis en su camino… Y cuando el primer día aparece en mi camerino a saludar, tan normal, vi lo ideal que es.

SHANGAY ⇒ ¿Tú te pones tensa o borde con facilidad?
ZARA LARSSON ⇒ ¡No! Solo con gente con quien tengo mucha confianza, como con mi novio cuando tengo mucha hambre [risas]. Me encantaría ser tan maja como Ed, la verdad, porque es genial ser tan encantador con todo el mundo.

“Si crees en ti misma, sobre todo siendo mujer, no debes avergonzarte de decirlo en voz alta”

SHANGAY ⇒ ¿Te preocupa la escasa repercusión que ha tenido Don’t Worry Bout Me?
ZARA LARSSON ⇒ Si te digo la verdad, no estoy muy pendiente de esas cosas. Me obsesiono con las canciones antes de sacarlas, pero una vez se publican, me despreocupo. Si arrasan, genial; si no, pues ya estoy pensando en la siguiente. No soy de las de obsesionarse con los números, y estar pendiente todo el rato de ver cuántas escuchas lleva un single mío. Obviamente, te vas enterando de cómo va, pero para mí lo fundamental es lanzar música que adoro. Y si a la gente no le gusta como a mí…, peor para ellos [risas].

SHANGAY ⇒ ¿Querías sacar un single con un punto más melancólico esta vez?
ZARA LARSSON ⇒ Son cosas que no me planteo. Mira a Rihanna, lanza lo que le apetece, y ya. El pop te da la oportunidad de coquetear con distintos estilos y emociones: por eso unas veces mis singles tienen un punto dance, o de r’n’b… No me gusta pensar demasiado en mis siguientes pasos, no soy de las que están todo el día diciendo “¿qué rollo debería tener el próximo álbum?”. Sí creo en el formato álbum, te permite mostrar de un modo más completo tu trabajo; incluir canciones que sabes que no tienen madera de single, pero que te representan también. En ello estoy en este momento, para lanzar el disco nuevo después del verano.

“Amo a Rosalía. ¿Cómo se puede ser tan cool?”

SHANGAY ⇒ ¿Por qué te muestras tan activa a la hora de defender los derechos de la comunidad LGTBI?
ZARA LARSSON ⇒ Porque tuve la suerte de crecer en una casa donde se les veía con absoluta naturalidad. Me acuerdo que cuando a veces venía una buena amiga a casa, mi madre me preguntaba “¿Es tu amiga… o algo más?”. Mis padres nos enseñaron a no tener miedo a la hora de mostrar nuestros sentimientos y respetar los de los demás. Por eso lo paso tan mal cuando veo que hay gente que rechaza a quienes son distintos a ellos. Y me sale de manera natural ponerme junto a la comunidad LGTBIQ. Si eres feminista, tienes que defender sus derechos, no hay otra; tenemos que aliarnos con todas las minorías.

SHANGAY ⇒ A veces, en tus redes sociales se lía una buena por esa defensa a ultranza que haces de nuestros derechos…
ZARA LARSSON ⇒ No me importa. Porque no me interesa nada la opinión de quien piensa, por ejemplo, que amar a otra persona de tu mismo sexo está mal. ¡Chao! No aguanto ni una tontería cuando alguien se enfrenta a mí por la manera en que pienso y por aquello en lo que creo firmemente. Me pone triste ver a gente tan maleducada e inculta.

SHANGAY ⇒ ¿Nunca te pones freno?
ZARA LARSSON ⇒ No, no puedo callarme, necesito expresar en todo momento lo que siento. Ya de niña me enfrentaba a mis profesores, me gustaba cuestionarlo todo. Discutir y preguntar es positivo, y a mí además me gusta dejar siempre clara mi opinión sobre cualquier tema.

SHANGAY ⇒ Ya sabes que muchas veces se menosprecia la opinión de los artistas pop…
ZARA LARSSON ⇒ Lo sé. Dicen “tú dedícate a cantar y calla, que la música y la política no combinan bien”. ¡Pero si siempre han ido de la mano! La política está en todas partes: en la música, en la moda… Y no tienes que saber de política para tener un cargo político, mira lo que ha pasado en Estados Unidos. Todo el mundo debe tener derecho a compartir su opinión sobre cualquier asunto.

SHANGAY ⇒ Pareces llevarte muy bien con compañeras de profesión de tu quinta, como Charli XCX…
ZARA LARSSON ⇒ Claro, es lo suyo. A mí no me apetece estar todo el rato comparándome con otras artistas, ya lo hace el resto del mundo por ti. Hay mucha gente que disfruta enfrentándonos a unas artistas con otras: ¿Quién canta mejor? ¿Quién iba mejor vestida en la alfombra roja? Pues yo me alegro de que haya compañeras que tengan muchísimo éxito, eso es lo importante.

SHANGAY ⇒ ¿Quiénes son tus favoritas?
ZARA LARSSON ⇒ Ahora mismo, amo a Rosalía. ¿Cómo se puede ser tan cool? A Ariana Grande la amo también, como el resto del mundo. Estoy deseando que Charli XCX publique su nuevo disco, es maravillosa, y además ha colaborado en mi próximo álbum. Y a ver si Rihanna publica pronto su álbum reggae, que estoy deseando. Billie Eilish es tan guay que me asusta un poco, creo que me daría miedo conocerla [risas]. Mola mucho que sea tan auténtica. Y soy muy fan de Tove Lo, como compositora e intérprete.

SHANGAY ⇒ Lo que disfruta poniendo abiertamente el sexo sobre la mesa…
ZARA LARSSON ⇒ ¡Sí, eso me encanta! ¡Con la vagina por delante! Y está muy bien que lo haga. Yo apuesto más por lo que tradicionalmente se ha considerado sexy, es distinto. Que a ella le apetece simular una masturbación durante todo un vídeo…, pues genial. Y no busca complacer al espectador masculino típico, lo que quiere es compartir su visión femenina. Y se necesita valor para hacerlo en este mundo, en el que muchos desprecian a las mujeres si comparten abiertamente su sexualidad.

“No me interesa la opinión de quien piensa que amar a otra persona de tu mismo sexo está mal. ¡Chao!”

SHANGAY ⇒ ¿Volverás a colaborar con MNEK, con el que bordaste Ain’t My Fault y Never Forget You?
ZARA LARSSON ⇒ Ha coescrito y producido una canción que espero que esté en el nuevo álbum. Es el mejor productor con el que he trabajado hasta el momento, sin duda alguna, un genio. Trabaja con una rapidez que me alucina.

SHANGAY ⇒ ¿No te parece triste que como artista no haya logrado el reconocimiento que merece, algo que él achacó a ser negro y gay?
ZARA LARSSON ⇒ Ha sido realmente por eso, merece muchísimo más reconocimiento por su trabajo. Imagino su frustración… Es muy injusto que, por ser abiertamente gay, negro y no encajar en una cierta norma, se cuestione si su música merece ser disfrutada por todo el público. ¡Pues claro que sí! Lo bueno es que tiene tanto talento que no va a parar. Yo a veces también me frustro, debo reconocer, porque me parece que no se valora lo que hago tanto como creo que se debería… ¡Y eso que no me va nada mal!

SHANGAY ⇒ ¿Tienes tanta confianza en ti misma como parece?
ZARA LARSSON ⇒ Sí y no. Sé que mi música es buena y sé que lo hago bien, pero es inevitable que dudes cuando un lanzamiento no funciona todo lo bien que esperabas. Procuro mantener siempre la cabeza alta, pase lo que pase, porque el talento no depende del reconocimiento de los demás, y eso me lo tengo que recordar todo el tiempo. Lo importante es no desfallecer si estás convencida de tu talento, y yo lo estoy del mío. Si crees en ti misma, sobre todo siendo mujer, no debes avergonzarte de decirlo en voz alta. Con toda la humildad del mundo, todo lo bueno que me pase, me lo merezco.