¿A quién le importa lo que haga Fangoria? Pues a su legión de fans, que celebran su regreso con un nuevo EP, Existencialismo pop, el primero de una serie de lanzamientos en este formato, según nos explica Alaska.
La pandemia hizo a Fangoria replantearse su futuro inmediato, como a todes. Cuando se disponían a celebrar en directo el treinta aniversario del proyecto, y también a presentar los dos volúmenes de versiones (Extrapolaciones y dos preguntas 1989-2000 y Extrapolaciones y dos respuestas 2001-2019) con los que inmortalizaron una fecha tan importante para ellos, llegó la cuarentena.
Un año después, Alaska y Nacho Canut regresan con tres canciones nuevas, las que forman Existencialismo pop. Y Alaska nos cuenta cómo afrontan esta nueva etapa en la que apuestan por el Momentismo absoluto. “Este año no tocaba ni gira ni disco, pero como el año pasado fue tan raro… Nos entraron ganas de hacer algo, aunque fuese pequeñito, por eso este EP”.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué lanzar un EP ahora?
ALASKA ⇒ Porque no teníamos ganas de grabar un álbum. Dijo Nacho: “Ahora tener que componer doce letras…, no”. Cuando sacamos los Vulcanos [una serie de tres EPs publicados entre 1992 y 1995] se suponía que iban a salir cada tres meses, y al final tardamos años en publicarlos. Ahora la idea es similar: sacar tres o cuatros EPs. Y jugar siempre con la ‘E’ y con la ‘P’ para titularlos. Pero no tenemos una periodicidad pensada.
«Con la pandemia hemos podido romper con todas nuestras reglas y juramentos, se acabó la tontería»
SHANGAY ⇒ ¿Os dio pena que el ‘momento Extrapolaciones’ se quedara ahí, abortado, por la pandemia?
ALASKA ⇒ En el momento sí, porque se quedó a medias. Alguna canción sobrevivirá en el repertorio de este año, si llegamos a hacer la gira. Pero así son las cosas.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo recuerdas aquellos primeros meses de incertidumbre total?
ALASKA ⇒ Lo peor fueron los primeros días. Fue complicado que en México entendieran que no íbamos a ir, como estaba previsto. A partir de ahí, relax total. Como se paró el mundo entero, no tuve una sensación de tensión; Nacho y yo estuvimos relajados, dentro de todo lo malo que estaba pasando, disfrutando de la posibilidad de estar en casa.
SHANGAY ⇒ ¿Hiciste algo especial en ese tiempo?
ALASKA ⇒ Nada, me convertí en cuidadora de mi madre. Mi ocio era su ocio, veíamos Acacias 38 y cosas así, y me amoldé a sus horarios. Y no me importaría vivir así. Aunque yo quiero serlo todo (cuidadora, jardinera, estrella del rock), y todo me va bien, no se puede [risas].
SHANGAY ⇒ ¿En qué momento se os ocurre volver a hacer un EP?
ALASKA ⇒ El verano pasado. Ni siquiera fuimos conscientes de que suponía repetirnos a nosotros mismos una vez más. Porque era volver a cosas que ya habíamos hecho, como los singles de Pegamoides o los Vulcanos. El pop es así: en los 50 se llevaban los singles; en los 60, también; en la era de la disco music, también; en el punk, igual. Ahora se llevan de nuevo los singles, y aquí estamos.
«Nacho dice que nuestros temas positivistas son, en el fondo, delirios de una persona loca»
SHANGAY ⇒ Frente a los Vulcanos, ¿cómo ha sido ahora la experiencia de grabar solo tres temas?
ALASKA ⇒ Muy distinta. Los Vulcanos fueron el resultado de estar encerrados en el estudio todo el día; ahora ha sido al contrario. Quedábamos para hacer algo concreto. Elegimos entre la música que teníamos, compusimos las letras, decidimos quiénes las iban a producir y ya. Una cosa estupenda de la pandemia es que hemos podido romper con todas nuestras reglas y juramentos, se acabó la tontería. Haremos lo que queramos, con quien queramos, en el momento que sea, y punto [risas].
SHANGAY ⇒ Volvéis a trabajar con vuestros colaboradores habituales de los últimos años, Guille Milkyway, Jon Klein y Juan Sueiro…
ALASKA ⇒ Sí, pero no nos sentimos especialmente acomodados. No es que las canciones salgan con los ojos cerrados. Pero, como nos pasó en Cuatricomía, todo lo que somos lo podemos dividir en cuatro partes, o tres, y cada uno de nuestros colaboradores cubre una de las esferas de lo que somos, y que no se pueden separar.
SHANGAY ⇒ En uno de los remixes incluidos (Satanismo, arte abstracto y acid pop), volvéis a hacer un guiño al acid house, que siempre os acompaña…
ALASKA ⇒ Es una constante en nuestros directos. Esta remezcla no estaba prevista, primero hicimos Satanismo, arte abstracto y tecnopop, a raíz de todo lo que está pasando con artistas como Dua Lipa, que ahora hacen tecnopop del siglo XXI. Nos dimos cuenta de que nunca habíamos hecho una canción de tecnopop, a pesar de ser un grupo surgido en los 80. Y nos sorprendió lo lento que nos resultaba, así que empezamos a meterle secuencias y otras cosas, y terminó surgiendo esa otra remezcla, con autonomía propia.
SHANGAY ⇒ ¿Qué opinas de esta nueva revolución discopopera que estamos viviendo?
ALASKA ⇒ ¡Es buenísima! Que esa música sea masiva, que sea lo que suena en el intermedio de la Super Bowl, me parece guay. Venimos de años en los que dominaba la música urbana, mezclada con el trap, lo latino y el reguetón, y de repente esto es otra cosa. Igual que es muy guay lo de Billie Eilish; que nos gustara a cuatro raras como yo sería lo lógico, pero que le guste a todo el mundo y que arrase en los Grammys es genial.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo elegisteis los temas que iban a formar parte del EP?
ALASKA ⇒ Dando una escucha a las melodías que teníamos. Nos gustaron tres y esas fueron las que decidimos utilizar. Y ya tenemos elegidas las del próximo EP. Pero no es que buscáramos en el archivo cosas que no hubiéramos utilizado antes; juraría que eso nunca lo hemos hecho.
«Es muy guay que Billie Eilish le guste a todo el mundo, no solo a cuatro raras como yo»
SHANGAY ⇒ ¿Elegisteis Momentismo absoluto como single por el positivismo que irradia?
ALASKA ⇒ Bueno, ya sabes lo que dice Nacho sobre nuestros temas positivistas, que en el fondo son los delirios de una persona loca. “¿A quién le importa lo que yo haga?”: pues oiga, usted vive dentro de una sociedad y está fatal si piensa que tiene la razón siempre. “Ni tú ni nadie puede cambiarme”: a lo mejor no estaría mal que usted se mirara a sí misma y viera que no todo es bueno. “No quiero más dramas en mi vida”: pues fíjese usted en la realidad que nos rodea. “Momentismo absoluto”: una cosa es decir que solo vives lo de hoy (y es verdad que Nacho y yo somos bastante así, nos preocupa bastante poco lo de ayer e igual lo de pasado mañana, aunque yo me agobie más en ese sentido), pero decir que podemos vivir abstraídos y pensando solo en el hoy, pues no es el caso.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué seguís apostando por los formatos físicos?
ALASKA ⇒ Porque van más allá de lo que contienen. Por eso sigo comprando discos y libros; me sigue gustando poseer en un formato físico algo que me gusta. Para nosotros ha sido maravilloso que se vuelvan a vender vinilos y que las compañías apuesten por ellos. Y mientras podamos, seguiremos lanzándolos. ¿Llegará un momento en que desaparezcan hasta las fábricas? No sé…, momentismo [risas].
SHANGAY ⇒ Entonces, ¿sigues comprando discos físicos?
ALASKA ⇒ En vinilo, no. Guardo los que compraba; creo que los últimos que compré fueron los de la época acid, los que pinchaba. En cuanto salieron los CDs, empecé a pinchar con ellos, y lo sigo haciendo. A mí no me gusta lo de pinchar con pen drive o el ordenador, me gusta coger los CDs, ponerlos, y que se me rompan, también.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo se presenta la gira de este verano?
ALASKA ⇒ Con las mismas ganas de siempre. Ahora, con la duda de si se podrán hacer o no, cómo se organizará todo en los espacios… Lo bueno es que creo que, de todos los conciertos programados para el año pasado, solo se anuló uno; los empresarios decidieron adaptarse a las circunstancias y cambiar las fechas, ya tenemos algunos que se pasaron al 2022 directamente.
SHANGAY ⇒ ¿Has ido a conciertos en esta nueva normalidad?
ALASKA ⇒ Solo a uno de Paco Clavel y Samantha Hudson. Sentada y con la mascarilla, que a mí no me importa tanto. En su día me encantó ver a los Pet Shop Boys en el Teatro Real sentada, no vi ningún problema en que fuera así.
SHANGAY ⇒ ¿Qué te pareció Samantha Hudson, ya todo un referente underground del pop LGTBI?
ALASKA ⇒ Me gustó, me parece muy estrella. No sabía que fuese ya un referente, pero, desde luego, las estrellas son estrellas, como dijo Warhol. Es imposible saber qué tipo de estrella será Samantha Hudson, porque hoy día los códigos son completamente diferentes a los de antes. Cuando yo era pequeña, no se hablaba de referentes LGTBI; vivías en el underground y no eras referencia de nada, que era algo que se lograba con el paso del tiempo. Ahora, de repente, es muy fácil que te conviertas en referencia; por un lado está muy bien, pero por otro es colgarle a alguien una etiqueta, que no sabemos si quiere serlo o no.
«Ahora, de repente, es muy fácil que te conviertas en un referente»
SHANGAY ⇒ Se avecina otro Orgullo atípico… ¿Cómo ves que, por segundo año, no se vaya a poder celebrar en las calles?
ALASKA ⇒ Es algo que jamás nos habríamos imaginado que pudiera pasar, y ha pasado. Nuestro primer concierto es el 3 de julio, justo el sábado del Orgullo, en el festival de Pedralbes. Y yo misma me digo: “¿Habrá concierto?”. Igual que decíamos: “¿Habrá Orgullo?”. Aunque procuro no estar constantemente preguntándome qué va a pasar mañana. Siempre he vivido pegada a mi agenda, pero la pandemia me ha calmado bastante. Me organizo lo mejor que puedo, y si cuando llega el día de hacer algo no se puede, no pasa nada. Salvo a las personas que han vivido algo dramático en este último año, no creo que todo esto nos haya cambiado. Porque la gente está deseando hacer lo mismo que antes… si no lo está haciendo ya.
SHANGAY ⇒ ¿A Fangoria le ha cambiado este año de parón?
ALASKA ⇒ Creo que no. Cuando empecemos a tocar será cuando realmente lo veremos. Pero de momento no noto ninguna diferencia, ni siquiera en cuanto a expectativas.
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