¿Cómo está Lali ahora mismo? No duda al responder: «Muy contenta». Porque cuenta que para ella es muy especial publicar la primera canción de un nuevo proyecto que ya está tomando forma. «Es muy eléctrico este momento», asegura. Fanático está arrasando en Argentina, y no solo por el tema en sí, también por ese trasfondo que tanta gente ha interpretado como una pulla en toda regla hacia el presidente de su país, Milei, que tanta caña le mete en redes.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué te ha pedido el cuerpo iniciar era a golpe de pop-rock?
LALI ⇒ Empecé a ir al estudio como siempre, buscando inspiración para ver hacia dónde ir con este sexto álbum. Todo iba hacia un lugar más irreverente, y me di cuenta de que había que desempolvar la guitarra e inspirarme en nuestras divas pop-rock. Es algo que siempre ha estado en mi corazón y en mi mente, y el desafío era mezclarlo con el pop que me representa de manera natural.
SHANGAY ⇒ ¿Qué divas fueron las que más te inspiraron de cara a Fanático?
LALI ⇒ P!nk y No Doubt con Gwen Stefani han sido claves. También estrellas como Madonna, Bowie y Lady Gaga en etapas concretas y con propuestas performáticas muy potentes.
SHANGAY ⇒ Publicas la canción y todo el mundo dice «menudos dardos le lanza a Milei». ¿Es la reacción que buscabas provocar?
LALI ⇒ Mi intención no era que el mensaje resultase unipersonal. El mensaje de la canción es bastante más abierto, no quise personificarlo en alguien concreto. Entiendo por qué la gente la ha entendido como un mensaje para el presidente, pero en mi cabeza había un montón de personas a las que se la quería dedicar. Algunas a las que conozco y otras a las que no, todas en la misma línea de pensamiento. Es que las redes sociales son una manera de comunicar genial, pero también son un universo en donde campa el odio. Veo a muchos artistas superexitosos a mi alrededor a los que un simple comentario les quiebra su felicidad. Todo eso lo abracé, y me inspiró una frase emblemática de un rockero argentino mítico, Pity Álvarez: «Para odiar hay que querer». Que también ha utilizado Nathy [Peluso en Aprender a amar]. Siento que todo aquel que expresa su odio, en el fondo busca atención y cariño.
SHANGAY ⇒ ¿No te parece lo más que una canción pop despierte reacciones tan viscerales?
LALI ⇒ Sí, es lo que más estoy disfrutando. La canción está yendo muy bien, pero más allá de ese hecho numérico, lo que refleja es que hay gente que no había escuchado otros temas míos pero que este le ha llegado, y es halagador.
SHANGAY ⇒ Ya que hablamos de fans obsesivos, ¿has sufrido muchos episodios complicados con fanáticos tuyos en ese sentido?
LALI ⇒ Los ha habido heavies, y varios. El primero fuerte lo viví con 16 o 17. Estaba grabando la serie Casi ángeles, y un chico me esperaba siempre en la puerta de los estudios. Tenía mi cara gigante tatuada en la espalda. Con esa edad era algo que no entendía. Y la situación fue escalando hasta llegar a los juzgados, con una orden de alejamiento incluida. Ya de adulta también he vivido episodios de amenazas, de obsesiones fuertes, de mensajes violentos en redes cuando iba a tocar a un lugar… Más recientemente, por opiniones que he expresado respecto a la situación sociopolítica de mi país, he sentido un gran acoso, una persecución en toda regla. Cosas que, claro, me han llevado a esta canción y al universo de mi próximo disco.
«Siento que todo aquel que expresa su odio, en el fondo busca atención y cariño»
SHANGAY ⇒ ¿Te ha llegado a generar miedo ese ciberacoso reciente?
LALI ⇒ No. Porque eso es lo que buscan, que me quede callada ante el adoctrinamiento que veo. No pienso permitir que me hagan creer que así es como debo actuar.
SHANGAY ⇒ ¿Tú te mas mostrado algo obsesiva como fan con alguien?
LALI ⇒ Cero. De hecho, cuando he conocido a ídolos míos, como mucho, y temblando, les he pedido una foto. Soy muy vergonzosa, nunca muestro mi fanatismo en público [risas]. A veces digo que soy tímida y la gente se me caga de risa, porque no me manejo como tal cuando la gente me ve. Pero si me enamoro lo soy, y en otras muchas situaciones también. Pero, claro, como he cantado Disciplina vestida de látex y con un látigo, piensan que voy al supermercado así…, y no. Tengo rasgos contradictorios frente a la imagen que doy.
SHANGAY ⇒ Claro, te vemos en el vídeo de S.O.S. con Taichu, explorando un pop más sexual, y cuesta pensar que seas vergonzosa…
LALI ⇒ Pero sí. Me encanta explorar esos espacios. A Taichu la admiro, pocos artistas tienen un sonido así en el under argentino, y esa colaboración fue muy de verdad, porque nos admiramos mutuamente. Entre su pop y el mío ha salido un niño homosexual buenísimo [risas].
SHANGAY ⇒ Las colaboraciones que has ido publicando en el último año son muy interesantes…
LALI ⇒ Me guío para ellas por mi intuición. Porque cuando algo no nace de manera genuina entre dos artistas, me resulta incómodo. Si las de este año están buenas es porque son netamente genuinas, existían ganas de mezclar universos y crear canciones únicas.Haber colaborado con Dillom, con Ca7riel y Paco Amoroso…, es el resultado de hacer música en la que uno cree.
SHANGAY ⇒ Si la canción con Taichu la ves como un niño homosexual, ¿cómo definirías Quiénes son?, con la icónica Moria Casán?
LALI ⇒ Trabajar con el putón argentino más emblemático, usando una de sus frases más icónicas en la canción, ha sido un sueño hecho realidad. Ahora se ha convertido en mi madrina; nada más sacar una canción me hace saber su opinión, y está muy al tanto de todo lo que tiene que ver conmigo. La amo. Cosas así son los regalos más lindos de esta profesión. Porque más allá de conocer a iconos culturales, lo que más te llega es esa intimidad que se crea. Conversar con Moria, visitar su casa, que me abriera las puertas a su mundo…, son cosas que me quedo para siempre.
«Es importante alzar la voz y no dejar que hablen por mí, y utilizo para ello mi música y cualquier otro espacio que pueda»
SHANGAY ⇒ ¿Cuándo se viene más música?
LALI ⇒ Esto no ha hecho más que empezar. Quiero sacar un par de singles más en los que estamos trabajando, y ya el disco entero, para que hable por sí mismo. En él habrá colaboraciones increíbles. En el anterior no quise incluir ninguna, y en este sí he querido que haya, por lo que suman. En cuanto a sonido, habrá desde cosas megaelectrónicas a otras muy punk.
SHANGAY ⇒ ¿Algún proyecto a la vista como actriz?
LALI ⇒ Sí, y muy interesantes. Entre ellos, una participación pequeña en la ópera prima de una directora emergente muy querida por mí, Morena Fernández. Con un papel muy loco, de narcotraficante [risas]. Me encanta poder compaginar ambos mundos, el de la música y la interpretación.
SHANGAY ⇒ Por cierto, ¿has visto la serie Cris Miró (Ella)?
LALI ⇒ ¡Por supuesto! Me encantó la serie, me encantó Mina [Serrano], que es impresionantemente igual que Cris, y que es un sol de persona. Grandes amigos míos han trabajado en la serie, así que la vi con un amor especial. Me emociona que se haya contado su historia, una persona tan emblemática en Argentina, y me ha parecido valiente la apuesta de la plataforma que la emite. Porque contenidos así es importante que existan, que se cuenten historias tan increíbles.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo llevas que el hecho de que estar enamorada [su pareja es el periodista Pedro Rosemblat] se haya convertido en un acontecimiento social en tu país?
LALI ⇒ Es algo muy gracioso. Parece que como yo ahora soy novia, todo el país se siente novio [risas]. Todo un acontecimiento, sí. Venía de cantar «Mejor que dos son tres» y «Te quiero encima, nada encima / Solo el ‘Cinco’ de Chanel», y ahora, de pronto, «monogamia o bala». Mucha gente se ha quedado paralizada con esa información [risas]. Sí, estoy reenamorada de una persona inteligentísima, guapísima y bárbara, así que todo guay.
SHANGAY ⇒ Conectando de nuevo con el tema del fanatismo, es que todo lo que haces se convierte en noticia… ¿Lo digieres bien?
LALI ⇒ Uno nunca se acostumbra a algo así, y nunca doy por hecha ninguna reacción que provoque algo que haga. Me entrego a las experiencias, y cuando algo relacionado conmigo genera un determinado ruido, hago el ejercicio de intentar comprenderlo, pero evito que se vaya conmigo a la cama cuando voy a dormir. Es algo dificilísimo, pero es importante hacerlo, porque una es la Lali de la que están hablando y luego estoy yo. Por eso es importante alzar la voz y no dejar que hablen por mí, o se digan cosas que no me corresponden. Utilizo la música, y cualquier otro espacio que pueda, para dar un paso al frente y decir lo que pienso o lo que me pasa.
SHANGAY ⇒ Qué bueno tener ese altavoz, ¿verdad?
LALI ⇒ Es un gran privilegio, soy muy consciente de ello. Lo charlo incluso con la terapeuta, porque en el último años hemos hablado mucho de cómo usar las herramientas que una tiene a mano. Para mí es muy importante aprovechar una canción, o una entrega de premios, para decir lo que necesito expresar. Es un lujo poder compartir esas declaraciones de intenciones. Quiero llegar a ser una vieja sabia y poder decir «qué bien usé todo lo que se puso a mi disposición».
SHANGAY ⇒ Así que lo mismo das visibilidad a la bandera trans en una actuación que recuerdas a las víctimas del lesbicidio de Barracas al recoger un premio…
LALI ⇒ Sé que voy a sonar un poco Ravi Shankar, pero es cierto que muchas veces me siento canal de todas esas banderas y esas personas, de algo mucho más grande que yo, y que representa a mucha gente. A veces, mi voz puede servir para representar a amigos míos, que no trabajan en esto y no cuentan con espacios de difusión privilegiados como yo. Como puedo, los uso.