Ha llegado un año más el Record Store Day, un día que los coleccionistas musicales esperan con ansia año tras año. Una oportunidad única de ver las tiendas de discos independientes repletas de gente a la caza de todo tipo de ediciones limitadas de sus artistas favoritos –incluso Mónica Naranjo tiene un lanzamiento este año–. Como no muchos decidirán pasar este sábado 13 haciendo cola, aquí tienes una serie de discos recomendados para que puedas celebrar el Record Store Day también en casa, escuchando a artistas de lo más variado, de Billie Eilish a The Japanese House, pasando por Esteman, Sigrid, Estrella Morente o Cupido.
THE JAPANESE HOUSE: «GOOD AT FALLING» (DIRTY HIT/MUSIC AS USUAL)
Impresiona la belleza del primer álbum de la británica Amber Bain, que se abre en canal en un emocionante diario en clave tecnopop –en ocasiones teñido de trip-hop, otras, reforzado con bases de inspiración hiphopera– en el que radiografía su relación con la también cantante Marika Hackman, con la que rompió hace un año. De la explosión del inicio de su amor al final del mismo, nos invita a un viaje en donde la sinceridad es su principal aliada.
Arranca con un Went To Meet Her (Intro) que nos transporta casi al Frozen de Madonna… o a los inicios en solitario de Sarah Nixey. La deliciosa Maybe You’re The Reason, una irresistible oda al limbo de las enamoradas, puede recordarte a Haim, o incluso a la principal inspiración de aquellas, Fleetwod Mac.
Pero la felicidad dura poco, llega We Talk All The Time, que bajo su amable producción esconde una confesión terrorífica: “We don’t fuck anymore/But we talk all the time so it’s fine”. Si en cortes como Wild da mayor protagonismo expresivo a glitchs y otras miniaturas electrónicas, no da opción al acomodo del oyente, al que vuelve a sorprender en canciones como You Seemed So Happy, una de las cumbres del disco. Aquí exprime al máximo la capacidad expresiva de las múltiples capas vocales que utiliza –una de sus señas de identidad como intérprete en el álbum– sobre luminosos arreglos acústicos; el contraste entre su amarga reflexión en la letra y la música que la acompaña da pie a una emoción incontenible.
No estamos tan acostumbrados, desgraciadamente, a declaraciones de amor lésbico en clave electropopera tan bellas como Follow My Girl, y por eso es igualmente bienvenida. Como ocurre con Faraway, con ecos de las Wendy & Lisa de The Revolution. Orgullo LGTBI a tope, sin duda. ⭐⭐⭐⭐
BILLIE EILISH: “WHEN WE FALL ASLEEP, WHERE DO WE GO?” (INTERSCOPE/ UNIVERSAL)
Como ejercicio de estilo es impecable. Con una brillante producción de su hermano Finneas, Billie Eilish despliega su retorcido y siniestro carisma en una colección de canciones con cierta uniformidad en sus planteamientos. Sin embargo, la variedad de propuestas sonoras logra que el resultado sea más accesible y variado de lo que aparenta de primeras el álbum.
Eilish emerge como una versión 2.0 de Melanie Martínez, más madura –a pesar de sus insultantes 17 años– y capaz de defender con idéntica maestría la industrial You Shoud See Me In A Crown –que bien habría podido encajar en Black Cherry de Goldfrapp– y la oscura Ilomilo que concesiones más festivas como All The Good Girls Go To Hell y Wish You Were Gay. Son cuatro grandes temazos de esta obra ya seminal del teen emo pop. ⭐⭐⭐1/2
SIGRID “SUCKER PUNCH” (ISLAND/UNIVERSAL)
No hay que dejarse llevar nunca por las primeras impresiones, que pueden ser engañosas. Con su single de debut Don’t Kill My Vibe vimos a la noruega tan peleona que pensamos que llegaba para revolucionar el europop a lo grande. Ahora, con su primer álbum publicado, vemos que de momento prefiere jugar sobre seguro. Nada que objetar, dada la cantidad de canciones más que correctas con estribillos gloriosos. Solo que en ocasiones cuesta ver a Sigrid, porque lo mismo te viene a la memoria Carly Rae Jepsen (Mine Right Now) que –horror– Jess Glynne (Don’t Feel Like Crying). ⭐⭐⭐
CHAKA KHAN: “HELLO HAPPINESS” (COLUMBIA/SONY)
Sabe a poco este álbum de la diva, el primero en doce años, de apenas media hora. Pero es digno de celebrar porque el traje a medida que le han confeccionado Switch (Major Lazer) y Sarah Ruba le sienta como un guante, a base de funk y refinado disco. Su título evidencia que, tras lo dolorosa que fue la muerte de Prince para ella –aprovecha para recuperar el pedazo de disco que le hizo en 1998, Come 2 My House–, está feliz. Y lo transmite. Solo sobra Don’t Cha Know, porque básicamente es un instrumental que aporta poco. En el resto del álbum brilla por igual en disco stompers como Hello Happiness que en Ladylike, una balada acústica a mayor gloria de una voz expresiva como pocas. ⭐⭐⭐1/2
ESTRELLA MORENTE: “COPLA” (CONCERT MUSIC)
Cuánta verdad hay en este disco de la genial cantaora, aquí transformada en rigurosa folclórica de manera excepcional. Es un proyecto que comenzó a crear con su añorado padre, y que por fin ha visto la luz. Estrella se enfrenta a algunas de las coplas más conocidas y celebradas de la historia, y lo hace sin intención de añadirles glamour ni añoranza. Nada de recurrir a ampulosos arreglos orquestales, sino que se apoya en una banda tradicional para huir de distracciones. Así, brilla como las más grandes cuando interpreta –vive, más bien– El día que nací yo, La niña de puerta oscura, Soledad o ¡Ay pena, penita! Menudo lujo. ⭐⭐⭐⭐
JAYDA G: “SIGNIFICANT CHANGES” (NINJA TUNE)
Qué sorpresa el primer álbum de esta DJ canadiense apasionada del disco y el r’n’b, que ha sabido plasmar el buen rollo que destila en sus sets en este álbum que desde ya será un imprescindible para el próximo verano. Inspirándose en el cambio climático que tanto le preocupa, ha creado un microuniverso en el que siempre hace buen tiempo, lo mismo cuando invita a retozar a base de chill soul reconfortante (Renewal) que cuando se lanza al contenido disco-house con temazos como Stanley’s Get Down, que te podrías imaginar perfectamente sonando en la pasarela de Pose si hubiese sido compuesta en 1988. La esencia está ahí, pero la empoderada Jayda G es puro siglo XXI. ⭐⭐⭐1/2
ESTEMAN: “AMOR LIBRE” (EMI MUSIC)
Es una delicia el cuarto disco del artista colombiano, que ha encontrado el equilibrio perfecto entre forma y fondo. Propone un inspirador álbum conceptual en que aboga por la libertad para amar libremente y buscar el empoderamiento a través de la expresión abierta de sus sentimientos.
Un disco de canciones pop altamente pegadizas en el que lo mismo se vale del r’n’b noventero (atención a su exquisita defensa de la versatilidad sexual y el rechazo de los roles gays en On Top), el pop tropicalista (Noche sensorial) o el funk pizpireto (Amor libre). Con este trabajo se une definitivamente a artistas como Javiera Mena y Álex Anwandter en ese selecto grupo de creadores que utilizan el pop desprejuiciado y rico en referentes de la comunidad LGTBI. ⭐⭐⭐1/2
LITTLE SIMZ: “GREY AREA” (AGE 101/POPSTOCK!)
Que su título no te engañe, en este disco no hay ni un solo momento gris. Lo que hay es un derroche de talento que encumbra a la rapera británica como una de las voces más interesantes, y necesarias, que han salido de las Islas en mucho tiempo. A sus 25 años, Simbi Ajikawo presenta un tercer álbum que es de una madurez insultante. En él se muestra en ocasiones fiera y en otras reflexiva; unas veces casi punki, y otras, funky.
Su versatilidad la lleva a marcarse singles tan redondos –y contenidos– como Selfish y también cortes de una fuerza empoderadora tan crudos como Boss. Tremendamente reflexiva a lo largo de todo el álbum, por momentos cercana a Lauryn Hill, en otros más Amy Winehouse, Little Simz se consagra con un disco deslumbrante que nació fruto de sus dudas, pero que no te permite dudar de su talento y valentía. ⭐⭐⭐⭐
CUPIDO: “PRÉSTAME UN SENTIMIENTO” (PRIMAVERA LABELS/UNIVERSAL)
Qué buena química destilan el trapero Pimp Flaco y los poperos Solo Astra, cuyo proyecto conjunto les convierte en pioneros de una fusión inesperada. Y que ha dado como resultado un disco delicioso de tecnopop ochentero enriquecido con autotune muy 2019.
Tienden un puente en el tiempo con un disco bastante contenido que sorprende, precisamente, por lo conservadora que es su propuesta. Que en este caso no resulta malo, sino todo lo contrario, porque las canciones de Préstame un sentimiento tienen un toque vintage, impregnado de un romanticismo retro, que embauca a la primera. Y que encima incluye clásicos instantáneos como No sabes mentir y Telepatía, con un Pimp Flaco para comérselo. ⭐⭐⭐1/2
GUS DAPPERTON: “WHERE POLLY PEOPLE GO TO READ” (AWAL RECORDINGS7POPSTOCK!)
Se ha retrasado su lanzamiento a mayo, pero ya puedes escuchar los singles que lo anticipan para ir abriendo boca. Si no caíste rendid@ a sus encantos con el delicioso EP Yellow & Such (2017), lo harás con seguridad gracias a este álbum debut en el que muestra lo rápido que ha evolucionado su pop naíf, aquí revestido de una inesperada (y lograda) melancolía a lo Prefab Sprout que ya desprende Verdagris en su arranque.
Dapperton sabe plasmar su rico universo interior en un álbum que confirma que es mucho más que un chico ambiguo, amante de los tintes y con apariencia nerd. En esta ocasión, su talento para la música está a la altura de sus siempre acertadas propuestas visuales. Y esto no ha hecho más que empezar. ⭐⭐⭐1/2