Inadmisible. Las redes –ahora un meme de WhatsApp– vuelven a ser terreno abonado contra el colectivo trans. Es este caso contra Ángela Ponce, la primera mujer transexual que gana el concurso Miss Universo España. Un chiste tránsfobo que no se puede consentir.
Si ya de por sí bromear sobre la perfección de las ‘medidas femeninas’ tiene, siempre, un poso de machismo, en esta ocasión, se añade una medida más. Y sí, aunque parezca increíble, esta ‘medida’ hace alusión su ‘pene’. Intolerable.
«Ángela Ponce, la primera mujer transexual que ha conseguido ser Miss España, tiene unas medidas envidiables: 90-60-90-22″. Esto es lo que se puede leer en el meme que vuela por los WhatsApp de media España.
Ya hemos comentado en numerosas ocasiones que el colectivo trans es, quizá, el más débil de todos los que engloban las siglas LGTBI. Incluso por el propio colectivo. Estas burlas tránsfobas, que bromean sobre el ‘tamaño del pene de una mujer’, no hacen sino alimentar esta discriminación. Hay que parar esto ya: ¡#stoptransfobia ya!
La reasignación de sexo es un tema lo suficientemente serio como para permitir que la España más homófoba se burle. Hay aún mucho sufrimiento en ello como para consentirlo. Mucho dolor y mucha incomprensión.
Ángela Ponce es la primera mujer transexual que gana Miss Universo España. La joven sevillana hizo historia en nuestro país. La modelo llegó a ser Miss Cádiz gracias a sus medidas perfectas, según el canon de belleza de estos concursos: 90-61-90.
Sin embargo, eso no fue suficiente para llegar a ser Miss Mundo Spain, puesto que la organización no admitía mujeres transgénero.
No es la única discriminación que ha sufrido. Al acudir a una cínica estética de Sevilla para someterse a un aumento de pecho, el médico no quiso realizarle la cirugía cuando le contó que seguía un tratamiento hormonal por ser transexual. El ‘doctor’ en cuestión no operaba a “falsas mujeres”. Muy fuerte.
Ponce se ha convertido en una de las abanderadas de la lucha por la visibilidad trans en España. «La vida te cambia, mucho. Tienes más pendientes de ti a los medios, se documentan sobre tu vida… Y, además, mi historia también es un poco diferente, se trata de la transexualidad desde un lado más positivo del que conocemos. Llama mucho la atención el hecho de ser la primera de cara a la prensa y también para mi entorno, que está como loco. Ir por la calle, notar que te conocen, te miran, te piden fotos, autógrafos, es algo muy grande, muy bonito», nos dijo en la entrevista que concedió a Shangay.
La miss tuvo claro desde los tres años que era una mujer, y su familia siempre la apoyó. Pero el momento de aceptación fue duro debido a la sociedad que la rodeaba y la falta de referentes. “Quiero dar una lección al mundo de tolerancia y respeto hacia uno mismo y hacia los demás”.
Sobre el hecho de haber conseguido ayudar a cambiar la imagen de la transexualidad que tenían su compañeras, nos dijo entonces: «Hacíamos vida juntas, nos fuimos soltando. Me preguntaban y yo no tengo ningún problema en hablar de ello, porque creo que lo contrario de la vergüenza es el orgullo. Les contaba mis experiencias y me decían: ‘Es muy fuerte, porque antes de conocerte a ti teníamos otra visión de la transexualidad’. Y salir en un certamen como Miss World Spain es también muy positivo como referente. Siempre he pensado que en el mundo de las mujeres trans los necesitamos, saber que podemos ser bellas y tener éxito. Lo que nunca me imaginé es que iba a ser yo».
También nos recordó lo mal que lo pasó en el colegio: «Ahí un poco sí. Yo he llevado una vida muy normalizada, porque he tenido el apoyo de mi familia y de mis amigos. Eso hizo que no fuera tan traumático. Pero claro, cuando eres pequeña y estás en un colegio, como falta tanta información… Siempre está el típico gracioso que suelta un ‘maricón’ y los demás, pues se reían. Pero yo nunca he necesitado que nadie apostara por mí, sabía quién era y a dónde podía llegar. Hoy, todos esos chicos que en su día se metían conmigo, me dicen que sienten orgullo. No lo he pasado tan mal, nunca me han dado una paliza ni tampoco bullying, solo momentos muy puntuales».
Por todo ello, estos memes, burlándose de sus ‘medidas’ no se pueden consentir. ¡Basta ya!