Pablo Cobo es Chico Blanco, la última esperanza –blanca– de nuestro pop. Aunque proviene de la denominada escena urbana, Chico Blanco, poco amante de las etiquetas y los convencionalismos –así lo expresa como miembro de la comunidad LGBTI que es–, dio un giro hacia la electrónica. Más concretamente, hacia el house. Su recién editado EP Gominola –el segundo, tras Life After House–, le confirma como una voz única.
A sus casi insultantes 21 años, Chico Blanco puede presumir de una cultura musical tan vasta como variada. Lo deja intuir en Gominola, y lo hace en varios momentos de nuestra conversación telefónica. Siempre sorprendente, como a la hora de samplear canciones en sus temas originales, y con una sinceridad que se agradece, responde desde su Granada natal, en la que vive la cuarentena junto a su familia. “La llevo mejor de lo que esperaba”, dice. “Pensaba que me iba a agobiar más, pero procuro no pararme a pensar demasiado en la locura que estamos viviendo. Y estoy comiendo muy bien”, confiesa entre risas.
«¿Soy un artista dentro del colectivo LGTBI? Sí. Y soy muchas más cosas también»
De primeras, cuando piensas en un artista independiente que produce su propia música, das por hecho que está acostumbrado a la soledad de su estudio casero. No es el caso de Chico Blanco. “En verdad, no paro. El último año ha sido una locura: entre que pincho un montón en Granada, que si estás con los colegas, que si tienes conciertos, que si quedas con algún niño… Al final me ha venido bien este parón para estar en casa y centrarme en mi música”.
Ahora que comparte management con artistas de la talla de C. Tangana, estaba cogiendo carrerilla de cara a la presentación en directo de Gominola, con una primavera y un verano repleto de fechas programadas. “No hay mal que por bien no venga, me lo tomo así, con tranquilidad. Cuando se salga de esta situación ya iré haciendo los bolos, y así la gente, con la encerrona, se puede ir aprendiendo los temas”, dice entre risas.
SHANGAY ⇒ ¿En qué momento sentiste que debías hacer tu propia música?
CHICO BLANCO ⇒ Con unos doce años. Desde muy chico me han gustado los ordenadores y la creatividad. Empecé a preguntarme cómo se hacían las bases de rap; empecé a investigar y a hacerlas. Y vi que disfrutaba mucho.
SHANGAY ⇒ ¿Cuándo decides incorporar el house a tu sonido porque el hip-hop te resultaba limitado?
CHICO BLANCO ⇒ A los diecisiete, que es cuando empecé a escuchar más música electrónica. Descubrí canciones que mezclaban los dos rollos y flipé, era una locura, mucho más guapo que el hip-hop que escuchaba, que se me hacía pesado. La primer canción que hice así fue Lost Like Wally [con frases impagables como “Se creen que soy bueno, y soy una zorra”], que en principio era un tema trap, pero decidí cambiarle la base y dije “esto es la polla” [risas].
«Cantar mola, pero no me veo como cantante. Me gusta más producir y pinchar»
SHANGAY ⇒ ¿Cuáles fueron algunos de esos temas que te marcaron?
CHICO BLANCO ⇒ Drank & Drugs, de Lil Kleine & Ronnie Flex, o el remix de NGHTMRE de No Type, de Rae Sremmurd. Una pasada los dos.
SHANGAY ⇒ Al dar este giro, ¿te empezaron a ver en la escena hiphopera en que te movías como a un ‘chico raro’?
CHICO BLANCO ⇒ Cuando empecé con mis experimentos ya no estaba en ninguna escena de Granada; tampoco he sido nunca de colaborar con mucha gente. Aunque al dar ese giro empecé a moverme más por ambientes electrónicos, también por la música que pincho.
SHANGAY ⇒ ¿Te gusta pinchar tanto como cantar?
CHICO BLANCO ⇒ Te diría que casi más, como me pasa con la producción. Cantar mola, pero no me veo como cantante, no tengo una voz potente como para estar siempre dando conciertos. Lo veo guay para hacerlo en este momento, pero no para seguir por mucho tiempo. Aunque nunca se sabe…
SHANGAY ⇒ ¿Qué te hace sentir la buena acogida crítica que está teniendo Gominola?
CHICO BLANCO ⇒ Estoy muy contento. Que la gente aprecie que esté haciendo lo que me gusta y lo que siento está muy bien. Y me han entrado muchas ganas de hacer más proyectos para ir demostrando otras cosas con mis movidas.
SHANGAY ⇒ ¿Tuviste muchos ídolos musicales de adolescente?
CHICO BLANCO ⇒ El único, aunque no me guste mucho ese concepto, Kanye West. Me flipó que fuese, además de rapero, productor. Salvo el último disco, que flojea, todo lo que ha sacado me parece una puta pasada. Probablemente sea el artista más influyente del siglo XXI. Aunque pienso que se ha hecho mayor, y que sus años de genialidad han pasado.
SHANGAY ⇒ En canciones como El cole no es para siempre nos permites conocerte un poco… ¿Te da pudor abrirte así?
CHICO BLANCO ⇒ Sí que da un poco de pudor, pero a la gente lo que llega son las cosas de verdad, no las mismas cuatro frases genéricas de siempre. A mí, escribir letras así me ayuda a desahogarme. Aunque dé cosa, hay que compartir lo que sientes.
SHANGAY ⇒ Tampoco te cortas a la hora de hablar de sexo y drogas…
CHICO BLANCO ⇒ Intento hacerlo de una manera medio bonica [risas]. Y no hablo de nada nuevo, sino de lo que hay a mi alrededor.
«Escribo sobre lo que vivo, y si digo que me como una polla, o que me gusta un niño, pues ya está»
SHANGAY ⇒ Aunque lo que haces no se deba considerar estrictamente urbano, no deja de llamar la atención que incorpores de manera visible un componente LGTBI al hablar de tus relaciones con chicos, porque aún no es lo habitual en nuestra escena…
CHICO BLANCO ⇒ Me sale de manera natural, igual que lo de las drogas. Escribo sobre lo que vivo, y si digo que me como una polla, o que me gusta un niño, pues ya está. Son vivencias mías, como otras muchas. Llevo escribiendo sobre cosas así desde que hacía rap y tenía dieciocho años. Al principio a alguna gente le chocaba, pero me daba igual, yo no estoy aquí para contentar a nadie.
SHANGAY ⇒ Seguro que en la escena hiphopera chocaría que hablaras abiertamente de relaciones homosexuales, ¿no?
CHICO BLANCO ⇒ Por suerte, las cosas están cambiando. Quizá hace diez años habría sido distinto. Y si ahora hay gente en la escena que es homófoba o que le parece vergonzoso lo que hago, por lo menos se calla. Gracias a Dios, es un tema que ya nadie se plantea cuestionar. Y en el panorama urbano hay mucha más gente de mi rollo, te lo aseguro, pero que si son más discretos es por sus propios complejos.
«Me mola el rollo de Samantha Hudson, una de esas personas que reivindican y provocan una reacción fuerte en la gente»
SHANGAY ⇒ Que se te denomine artista LGTBI, ¿cómo lo llevas?
CHICO BLANCO ⇒ Estoy contento porque de momento no se ha utilizado mucho conmigo. ¿Soy un artista? Sí. ¿Soy un artista dentro del colectivo LGTBI? Sí. Y soy muchas más cosas también. Lo interesante es que a los artistas que estamos dentro del colectivo no se nos reduzca a eso, porque se nos puede intentar segregar, y eso no mola. Está de puta madre quien incorpora esa parte de sí de una manera más activista, pero ese es otro rollo.
SHANGAY ⇒ ¿Algún artista con un rollo activista que te guste?
CHICO BLANCO ⇒ Me mola el rollo que lleva Samantha Hudson, por ejemplo, una de esas personas que reivindican y que puede provocar una reacción fuerte en la gente por lo que dice. Es positivo que existan figuras así. Pero el suyo lo veo un rollo más performático que 100% musical.
SHANGAY ⇒ ¿Sufriste bullying en el colegio?
CHICO BLANCO ⇒ En mi primer colegio, mucha gente me decía ‘maricón’, cuando yo aún no sabía que lo era. Cuando cambié de colegio, de repente ya nadie me decía nada; pasé a vivir la situación contraria, y yo seguía sin saber muy bien lo que era. Yo es que nunca podría meterme con nadie por su orientación sexual… Cuando salí del armario ya nunca tuve ningún problema, la gente ha sido siempre 100% respetuosa, he tenido mucha suerte.
SHANGAY ⇒ ¿Ligas más desde que eres más conocido?
CHICO BLANCO ⇒ Pues sí, sí, se nota, tío, para qué te voy a engañar [risas]. Siempre he ido muy a mi bola y me daba igual eso, no era muy de ligar. Ahora noto que me conoce más gente, y yo me pongo más guapo para salir, me cuido… y hay feedback.
SHANGAY ⇒ En el vídeo de Gominola, que es de lo más sexy, sí visibilizaste abiertamente tu condición queer. ¿El concepto del vídeo fue tuyo?
CHICO BLANCO ⇒ Sí. Si en la canción hablo de que “eres mi gominola”, y como me refería a un chico, quería mostrarlo así en el vídeo. También salen amigas mías, mi DJ…, procuro sacar siempre a mi gente. Y el chaval que sale es monísimo, además.
SHANGAY ⇒ Suma puntos a la canción el sampleo del mítico “Dee dee na na na” con que comienza Saturday Night de Whigfield, que es toda una concesión petarda…
CHICO BLANCO ⇒ [Risas] Es que el rollo eurodance petardo me encanta, y su voz me parece la polla. De hecho, a mucha gente es lo que más le gusta del tema; es una tontería, pero tiene rollazo.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo reaccionaste al ver que al principio de la cuarentena Hidrogenesse sacaron su propia versión de Otro lado (Caramelo house)?
CHICO BLANCO ⇒ Me puse súper contento, me encantó. Hidrogenesse es un grupo que respeto y me pareció una sorpresa muy agradable. Que estuvieran en su casa y quisieran echarle un rato a cantarla para mí es bonito. Porque eso quiere decir que la canción les ha dicho algo. Mola que a la gente le llegue lo que haces.
SHANGAY ⇒ ¿De qué canción te grabarías una versión ahora?
CHICO BLANCO ⇒ De Cadillac solitario, de Loquillo. Llevo tiempo pensando en hacerlo, y en algún momento pasará. En estos días también he pensado en hacer una de Mercy Mercy Me, de Marvin Gaye, que me encanta, y es una canción perfecta para los tiempos que estamos viviendo. Pero no creo que pase, no me veo, es un tema para cantantes de verdad [risas].
SHANGAY ⇒ ¿Planeas sacar más música pronto?
CHICO BLANCO ⇒ Me gustaría sacar toda la que pueda, porque todavía tengo que enseñar otras caras de lo que hago que aún no se han visto. Y me gustaría empezar a producir a otros artistas, me apetece mucho y lo veo un reto. Ya estoy cocinando algo, a ver si sale pronto.
EL EP GOMINOLA DE CHICO BLANCO ESTÁ DISPONIBLE EN TODAS LAS PLATAFORMAS