Rosa López y sus 'tips' para disfrutar Eurovisión: "Que los eurofans no falten nunca"

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Hay una cosa muy clara: Eurovisión revivió a raíz de su Europe’s Living a Celebration en 2002 y el éxito del primer Operación Triunfo en 2001. Eso es indiscutible. Quizá no para los eurofans más acérrimos, pero sí como fenómeno de masas. «A mí me da la vida esto. Todavía me acuerdo, parece que no, pero da tiempo a muchas cosas en veintiún años de vida. Y todo esto ocurrió, claro, a través de un programa. Cuando fuimos a Eurovisión, el tema de Eurovisión, cuando escucho la palabra Eurovisión… me tiembla todo. A mí me encanta ahora el nuevo auge, la importancia que está cogiendo», nos dice.

Por ello hemos pensado, ¿quién mejor que Rosa para que nos dé los tips para intentar sacarle todo el jugo a este maravilloso festival?: «Solo quiero pedirle a los eurofans que sigan. Son los que hacen que todo esto tenga sentido, quienes dedican los su vida, gastan su tiempo, su dinero, su esfuerzo. Sin ellos, Eurovisión no existiría, por más que lo queramos adornar, no sabes el trabajo tan grande. Por lo menos aquí en España eso es lo que yo sé y percibo, digo sé porque lo vivo cerca».

Rosa acaba de publicar 1930, una canción con la que pretende aportar su granito de arena para ayudar al colectivo trans, sin duda, la letra más silenciada de todas las de LGTBI+: “Simplemente, es para intentar ayudar en una época en la que hay muchísimas cosas que cambiar todavía, a pesar de todo lo que supuestamente hemos aprendido. En uno de estos viajes interiores que una tiene, en los que tanto nos comemos la cabeza con tanta introspección… Como creo que la música vale para conectar a las personas, pues surge. Además, estamos en un mundo en el que ves continuamente historias brutales, tanto de las buenas como de malas. Pues esa introspección que he venido haciendo me ha llevado a querer crear una canción para que las personas transgénero puedan tener algo a lo que agarrarse para pedir lo que necesitan. No se trata de hacer un himno ni nada parecido”, nos dice.

Pero en esta ocasión hemos quedado para hablar de Eurovisión, para que nos ayude a sacarle todo el jugo al festival. «¿Los tips para disfrutar de esto? No sé qué decir. Bueno uno de los tips sería que, por favor, no desaparezcan los eurofans, que por favor sigan creyendo en la música, en los mensajes, en los artistas, en la conexión de las personas, en la conexión de la humanidad, en la alegría, en los colores, en la fiesta, en el respeto, en el amor, en la vida. Eso es lo que hacen ellos, y no se dan ni cuenta; bueno, sí se dan cuenta porque les cuesta la vida, ahí están. Los vemos apoyando todo lo que hacemos, pero es que si no es por eso de verdad que Eurovisión no existiría«, asegura.

Y va más lejos: «No habría ninguna gala de Televisión Española que se pueda hacer, no habría un Benidorm Fest. Llevamos dos años en los que Televisión Española, por ejemplo, ha hecho partícipe al público, que eso ha sido un punch porque hasta ahora la gente no sabía cómo se hacía la elección. Eso creo que también ha sido muy guay, porque ha hecho que tengamos un meeting point antes de ir a Eurovisión. Es muy duro, porque no sabes la que hay que montar, la locura que ha tenido que ser montar un Benidorm Fest, pero ha sido maravilloso».

A muchos cantantes les pasa que les molesta que se les identifique por el temazo que les ha lanzado a la fama. Muchos de estos están también relacionados con el mítico festival. A Rosa… ¿le molesta que se la identifique con esa canción?: «No, no no… En absoluto. No me molesta para nada, qué va. Que se me identifique con Eurovisión me encanta, de hecho. Es maravilloso. Yo tengo recuerdos muy bonitos de mis compañeros… Y de Europe’s Living a Celebration. Pensando que íbamos a unir países con el mensaje, con esa frase en inglés. Yo, ¡que no sé inglés!, iba con una canción con una frasecilla en inglés… Los recuerdos que yo tengo, y luego todo lo que hemos vivido con España, con nuestro público… Si al final yo siempre digo soy, bueno soy no, me dicen Rosa de España, pero llega un punto ya en que hasta me regodeo de gusto por el cariño con que te lo dicen. Con todo esto que hemos vivido, es maravilloso».

Hablando de sus compañeros, resulta inevitable preguntarle por Chenoa. La pregunta es, ¿iría o vería Eurovisión con ella?: «¡Claro! Hay que ver la pregunta que me has hecho… [risas]. ¿Sabes la gracia que me hace esto? Que se ha creado una polémica de la nada. Yo a Chenoa la quiero muchísimo, tú a mí me dices que me vaya a Eurovisión con Chenoa… ¡Laura, prepárate!, que nos vamos las dos, eso puede ser la de Dios. Eso puede ser la bomba. Yo me veo en la portada la cara de Laura a un lado y la mía al otro. ¡Me encanta! Porque ella es una tía que tiene dos cojones para la vida, y las dos tenemos como las gemas de colores, si fusionáramos nuestra fuerza sería brutal. Aparte de la voz y todo eso, que a la gente parece que es lo que le mola, sobre todo nuestras cabezas, nuestras mentes, nuestras experiencias, las perspectivas, las formas de pensar. Yo a Laura siempre la he tenido como una referente, la veo como a una tía increíble, me encantaría la propuesta, sería brutal«.

Para terminar, nos interesa mucho su opinión sobre nuestra representante de este año: «Ay, Blanca Paloma, la verdad es que aquí quien ha ganado –y se ha repetido mucho esta frase– ha sido la música. Lo que nos ha traído esto del Benidorm Fest es que podamos ver el talento que tenemos en España, la calidad humana que tenemos. Al final hemos elegido a Blanca Paloma para representarnos. Ahora mismo le ha caído una bendición, y una presión, que ella lo lleva maravillosamente, porque siempre dice que está tranquila. Creo que fuera de nuestro país lo van a valorar muchísimo. Lleva todo: aparte de la música, que nos vuelven locos sus sonidos, me encanta el mensaje, vanguardista y con tradición. La canción tiene eso, la raíz matriz, ya no de su madre, sino de su abuela, y me encanta que lo haya vestido tanto musicalmente como en escenografía con esa imagen tan moderna».

En todos estos años que lleva en la música hay muchas cosas de Rosa que siguen igual, pero también hemos visto una evolución: «¿La nueva Rosa? Ahora, con 42 años, no te digo cómo soy, sino cómo me gustaría: ser mucho más abierta de mente, que de eso hace veintiún años… Una de las cosas en las que realmente he cambiado es, no físicamente, que es lo que la gente ve, sino que han cambiado muchas cosas dentro. Lo que realmente he esculpido ha sido un poco mi filosofía de vida, mi forma de pensar, mi forma de entender las cosas. Mi forma también de aprender. Voy cogiendo, voy haciendo mi propio librillo para ser feliz. Ni más ni menos. Para ser feliz y ser libre, para cualquier toma de decisión, para cualquier conquista de tu vida. Creo firmemente en la esencia de las personas, en la intención de los sentimientos que uno tiene. Soy una persona que fluye mucho, no me catalogo en nada, precisamente por todo lo que he vivido a lo largo de mi vida, no solamente por haber sido más gordita, va mucho más allá, está en nuestra mente».

«Vivimos continuamente experimentando, prueba y error, prueba y error. Creo que vamos todos igual, y tengo 42, me gustaría equivocarme muchas veces. Equivocarme pero no hacer daño a nadie, que esa es la cosa de la vida, no hacer daño a nadie, ser feliz y empatizar continuamente con los que te vas encontrando. Por encima está, como dicen los abueletes, el respeto. Si hay respeto hacía todo y hacía todos, y tu intención es buena… Pero para llegar ahí también se requiere conocimiento, no solamente con tener un buen corazón llegas a todos lados, son muchas cosas, muchos complementos que hacen falta; hay que tener ética, hay que tener educación, conocimiento de las cosas para poder entender y llegar a entender otras cosas. Hay que ir como hormiguitas, hacemos lo que podemos», zanja rotunda.