Está pletórica Nathy Peluso –entregada al spanglish–, y no es para menos. Acaba de publicar su primer disco de larga duración, Calambre, y lo hace a lo grande, apoyada por una multinacional y con ganas de comerse el mundo. Un álbum en donde ha reunido todas sus influencias, y en el que apuesta por la diversidad y el eclecticismo a lo grande.
Y es que Nathy Peluso –a la que mucha gente descubrió en su actuación en el WorldPride de Madrid en 2017– es una artista de lo más ecléctica, como ha venido demostrando en sus EPs anteriores, Esmeralda y La sandunguera. En Calambre ha amplificado sus ambiciones, y también el presupuesto con que ha contado para grabarlo. Y le ha quedado un disco todo lo variado que quería. “Esa es mi búsqueda: explorar e investigar todas mis influencias y lo que me vuelve loca”, explica, “para llevarlo a mi música”. Y no se iba a conformar con cualquier cosa. “Me pongo metas muy altas. Y esta vez quería acercarme a estilos que estamos muy acostumbrados a escuchar en inglés, descomponerlos, representarlos muy bien y trabajarlos en castellano sin que sonara raro”.
Así que aprovechó que podía permitirse lujos como trabajar con un arreglista discípulo del que solía trabajar con D’Angelo para Llamame y con otro que en su día trabajó con Prince en Sugar. “Conté con talentos muy representativos de cada género al que me he acercado para hacerlo con veracidad”. Y apunto que para eso hacía falta detrás el músculo de una multi. “Sí, he podido acceder a esos talentos a lo grande con ellos”, confirma.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo has vivido esta etapa ascendente en tu carrera de los últimos dos años?
NATHY PELUSO ⇒ Bien, porque he estado haciendo música alrededor del mundo. He compuesto en España, en Argentina, en Estados Unidos… Cuando terminé la gira de La sandunguera, que fue muy intensa, me sumergí en la composición de este disco. Supuso otro tipo de crecimiento: no hacia la fama, sino por mi aprendizaje como músico en el estudio.
«He visto a drags montadas como yo en Business Woman, viviendo el personaje, y solo puedo admirarlas»
SHANGAY ⇒ ¿Tienes grandes sueños de fama?
NATHY PELUSO ⇒ Me gustaría ser muy famosa por la repercusión que supondría para mi música. A un nivel personal, esa fama no se la deseo a nadie, la veo muy incómoda. Claro que sueño con ser reconocida musicalmente, compartir lo que siento con mucha gente y dar shows inmensos, eso sí.
SHANGAY ⇒ La drama queen que llevas dentro está más explotada que nunca en Calambre…
NATHY PELUSO ⇒ Una es drama queen [risas], me encanta explorar el histrionismo en todas las sensaciones que tengo. Porque ella también es muy intensa cuando es feliz, como en Sugar. La drama queen nunca me abandona porque soy muy teatral, y disfruto exagerando la catarsis.
SHANGAY ⇒ ¿Te gusta tanto la teatralidad como parece?
NATHY PELUSO ⇒ Claro, me gusta investigar en mi personaje, con desenfado e ironía.
SHANGAY ⇒ ¿Le das a un clic y sale la drama queen que llevas dentro o se escapa de manera incontrolada?
NATHY PELUSO ⇒ Nada de lo que hago está planeado. Cuando compongo me sumerjo en un canal en que las cosas van saliendo por sí mismas. Siempre está mi esencia personal, pero cuando escribo lo llevo todo al extremo: mi desfachatez, mi dolor, el desamor… Subrayo todo para que lo que comparto se sienta a flor de piel.
«Estamos rodeados de iconos que proyectan fantasía; yo prefiero mostrarme humana e imperfecta»
SHANGAY ⇒ ¿Eres ya tan business woman como dices en tu canción?
NATHY PELUSO ⇒ Sí. Una tiene que defender constantemente su proyecto, su directo y sus valores. Siempre estoy buscando mi siguiente meta, y defendiendo muchas cosas a la vez. Trabajo con un equipo muy amplio, pero todo lo dirijo yo, desde el aspecto musical o estético hasta la elección de la gente con que quiero trabajar. Me demanda mucha energía pero me apasiona comprometerme. Y eso te convierte en una mujer de negocios que vela por su propuesta.
SHANGAY ⇒ Y te muestras como la mujer empoderada que eres…
NATHY PELUSO ⇒ No querría parecer pretenciosa, porque no busco demostrar nada; lo que intento es transmitir. Me gusta emocionar. Si contagio empoderamiento es un honor; si provoco inspiración o incluso rabia, encantada. De lo que se trata es de hacer sentir.
SHANGAY ⇒ A tus fans LGTBI les contagias mucho empoderamiento con canciones como Business Woman, eso es evidente…
NATHY PELUSO ⇒ [Chilla] Es que los amo. Qué energía tienen, y los admiro cuando viven así la música. En el mundo drag he visto a muchas vestirse como yo en Business Woman, y cuando las veo montadas, haciendo la coreografía y viviendo el personaje, que lo llevan al extremo, solo puedo admirarlas. Sé que ellas conectan, y lo agradezco, porque esa comunidad es puro arte, boludo. Me quiero sumergir en ese mundo y aprender, porque hay mucha pasión y mucho amor en él.
SHANGAY ⇒ También hay mucho sexo en el disco, proyectado de una manera orgánica. ¿Era tu intención?
NATHY PELUSO ⇒ Sí, porque el sexo ocupa gran parte de nuestra vida, incluso cuando no lo practicamos. Todo palpita sexualidad, al menos en mi vida. Me gusta mucho el sexo y lo vivo como algo muy hermoso, igual que comer o componer. Nos permite dar rienda suelta a muchas partes de nuestra naturaleza, y me gusta naturalizarlo porque no entiendo que siga siendo tan tabú en 2020.
Está rebueno hablar de sexo, como hago en Trío. ¿Por qué está tan normalizado un trío entre dos pibas y un pibe y no uno con dos pibes, como quiero hacer yo? [risas]. Tenía que decirlo. Y por eso está tan presente en muchas canciones, como Delito o Sugar también. Y no siempre con un toque dirty, también con un punto sweet, como en Llamame, donde sale la Nathy más romanticona y suave… No hace falta estar siempre tan agresiva.
«Todo palpita sexualidad, al menos en mi vida, y lo vivo como algo hermoso, igual que comer o componer»
SHANGAY ⇒ ¿El guiño en la portada a Grace Jones es intencionado?
NATHY PELUSO ⇒ Claro. Hay un montón de referencias en el disco que me representan como artista. Con Grace Jones se me cae la baba, y la espectacular portada de ese disco suyo [Island Life] me ha acompañado siempre. No quise copiarla, pero sí hacerle un guiño, y quien lo pille sabrá que es una declaración de amor a ella. Igual que Missy Elliott también está representada, porque es una de las grandes del hip-hop. Me encanta cómo juega con la picardía, la ironía y también la danza, a través de los ritmos de Timbaland. Ese vibe es el que me mueve.
SHANGAY ⇒ ¿Te has tenido que poner mucho las pilas para bailar como lo haces en tus vídeos?
NATHY PELUSO ⇒ Siempre he bailado, pero es verdad que ahora estoy más enfocada en ello. No hay nada más lindo que poder contribuir con tu cuerpo a los sonidos que has creado. Estudié teatro físico, y parte de mi investigación ha ido siempre hacia el movimiento y la improvisación. Me interesa proponer movimientos icónicos y un estilo; generar unos códigos de danza alrededor de mi propuesta. Por eso me llena tanto ver cómo ha acogido la comunidad de bailarines Sana sana; es un punch para la música muy for real.
SHANGAY ⇒ Cuando se dice de ti que eres una freak, ¿te sienta mal o lo consideras un cumplido?
NATHY PELUSO ⇒ Me encanta. Siempre es mejor ser diferente y levantar pasiones, aunque sean encontradas. Si no les gusta lo que hago, perfecto, pero hablan de ti; ponen tus canciones para criticarlas. La cuestión es que a la gente mi música les provoque una reacción, para bien o para mal. Es lo que conlleva proponer algo diferente, y acepto todo lo que venga.
SHANGAY ⇒ En nuestra última entrevista dijiste: “No hay que tener miedo al ridículo”…
NATHY PELUSO ⇒ Me río de mí misma explícitamente en mi música. La caricatura, que para algunas personas puede resultar algo friqui, yo la veo como una manera de reforzar la comedia. ¿Para qué hay que intentar en todo momento ser perfecta? ¡Qué aburrido! Yo me quiero divertir, y aspiro a crear un icono alcanzable. Estamos rodeados de iconos que proyectan un mundo de fantasía, yo prefiero mostrarme humana e imperfecta.
«Poder traer a la actualidad la esencia de las folclóricas que admiro es un orgullo»
SHANGAY ⇒ ¿Qué referentes así tuviste creciendo?
NATHY PELUSO ⇒ Divas muy humanas, como Gloria Estefan, Celia Cruz (esos speeches que soltaba al público en los conciertos ), Erykah Badu (capaz de tirarse al suelo en directo para hacer la croqueta) o Ella Fitzgerald. Artistas que siempre jugaron con la improvisación, y que son arte.
SHANGAY ⇒ También hay quien te denomina neofolclórica, capaz de combinar hip-hop con salsa o r’n’b…
NATHY PELUSO ⇒ Es un honor cuando me lo dicen, porque pienso en Lola Flores, La Lupe o Celia. Las folclóricas tienen magia, mueven algo que va más allá. Poder traer a la actualidad, y a los géneros que abandero, la esencia que compone la base de sus estilos musicales es un orgullo.
SHANGAY ⇒ ¿Eres tan fashion victim como pareces y como sugieren tus últimos vídeos?
NATHY PELUSO ⇒ Sí, sí. Iba a venir a esta entrevista con el Jean Paul Gaultier y el Dior, pero al final he decidido ponerme más hiphopera, con camiseta de Nas [risas]. Soy adicta a la moda, porque me divierto mucho con el mundo de la estética y el glamour. Según lo que te pongas, habitas un personaje u otro. No es lo mismo llevar un tacón de aguja que unas zapatillas, te cambia todo. Así que unas veces me verás con tacones y otras con zapatillas; una nunca sabe, porque depende de cómo me levante.