¿Alguna vez no has podido evitar las ganas de coger una llamada desconocida del móvil de tu novio cuando se lo ha dejado en casa? Así comienza El móvil, una comedia de Ramón Paso que se representa en el madrileño Teatro Lara. La obra reúne a cuatro amigas del instituto y pone a prueba los límites de su amistad por culpa de una foto de unas bragas doradas que compraron hace años en un concierto de los Hombres G, y está protagonizada por Inés Kerzan, Ana Azorín, Ángela Peirat, Eva Bonald y Vicenta González.
La actriz Inés Kerzan es quien da vida a Beti, un intrépido personaje homosexual que está decidido a casarse con Miriam pese a los vaivenes de la vida. “La obra es una locura, un enredo absoluto de todo. Interpretar a Beti es una auténtica montaña rusa porque empieza con mi boda yéndose a la mierda y de ahí voy de un conflicto a otro. Y el momento de las pastillas y el colocón… [risas] permite al personaje un nivel de locura y corporalidad muy divertido, pero también muy difícil. Beti ha sido un regalo y un aprendizaje, porque en una hora y media le pasa de todo”, asegura la actriz.
La infidelidad, las mentiras piadosas, los estupefacientes y los reproches de las amigas de Beti la llevan a pasar por un sinfín de estados de ánimo, aunque su objetivo nunca deja de ser casarse con Miriam. Una relación homosexual que aparece en escena sin caer en los tradicionales estereotipos asociados al colectivo LGTB para hacer comedia. “Tenemos que evolucionar en cuanto a los estereotipos. Lo que más me gusta de Beti es cómo se trata su homosexualidad, y creo que esa es una de las grandes sensibilidades de Ramón a la hora de escribir sus personajes, que por encima de todo son personas. Porque Beti es lesbiana…, pero también es muchas otras cosas, y lo bonito es que se retrate así”, dice Kerzan sobre la homosexualidad de Beti.
«Es fundamental que haya personajes en el teatro que nos representen a todos»
El móvil apuesta por la inclusión en el teatro de la forma más divertida, y permite que todos los espectadores puedan sentirse identificados con sus personajes. «Es fundamental que haya personajes que nos representen a todos para que la historia guste, para que el espectador se sienta identificado y llegue a esa catarsis que pretende el teatro”.
Y es que la visibilidad del colectivo LGTB en la cultura resulta imprescindible, sobre todo tras el crimen de Samuel y la oleada de agresiones homófobas en España. “La libertad sexual es algo por lo que hay que luchar, porque estamos sufriendo una regresión. Tenemos que seguir denunciando y reivindicando antes de que sea tarde. La cultura y la educación son nuestras armas para luchar por la libertad sexual”.
Una comedia que ha renovado temporada en la Sala Lola Membrives del Teatro Lara, y se puede disfrutar hasta el 18 de septiembre. La genialidad de estas cuatro amigas y lo caprichoso que es el destino con ellas no dejará indiferente a nadie. Al final, dependerán únicamente de la amistad que las une para salir airosas de una trama que se va enredando cada vez más.