Es uno de los gays más populares de España. Año tras año protagoniza la famosa lista. Pero, realmente, no es que sea uno de los homosexuales más conocidos. Es, directamente, una de las personas más famosas de nuestro país. Y, paradójicamente, Jorge Javier Vázquez es también de las más desconocidas. Quedamos con el presentador de Mediaset días antes de su segunda operación tras sufrir un ictus. Era algo programado, debido a un estrechamiento de un stent, que afortunadamente, salió estupendamente. “Ha sido un año duro en cuestiones de salud. Estas cosas te recolocan en la vida. Te hacen ser consciente de que en cuestión de segundos todo esto puede llegar a cambiar”, nos dice sobre su salud.
Poco después de su operación, el periodista subió a su Instagram una foto en la que está con uno de sus perros. «Tengo ganas de que pase de una vez este año porque no me gusta aprender a palos. Porque todo esto tendría que ser mucho más fácil», escribió en su red social. Un poco más tarde, en la revista Lecturas, en la que colabora, escribió: «Tengo ganas de chillar y rebelarme y no puedo compartir con nadie este dolor tan hondo que me está invadiendo. Porque no voy a poder estar al lado de mis compañeros de GH VIP 7, porque los voy a echar de menos, porque sé que me van a echar de menos».
De todo esto y mucho más hablamos en esta entrevista. Son muchos los que tienen una idea preconcebida suya. Sálvame es un programa que es una apisonadora y que despierta amor –no en vano lleva diez años en antena– y odios. Normal. Y ha sido en ese programa de audiencias millonarias en el que Jorge Javier Vázquez ha hecho más bandera por la visibilidad LGTBI.
Él, sin embargo, no se siente pionero. “Yo creo que fue Boris [Izaguirre] en su época, en Crónicas marcianas. A mí me costó dar el paso. Cuando empecé en televisión me costó decir públicamente que era gay. Pero llegó un momento en el que no quise seguir viviendo en el miedo, en la oscuridad, pensando en que cualquier personaje popular podía atacarme por ese punto”, nos dice.
Fotos: Joan Crisol [joancrisol.com]. Maquillaje y pelo: Sara Garzas
SHANGAY ⇒ Apostar por la visibilidad LGTBI en programas de audiencia tan masiva como los tuyos es algo complicado, ¿no?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ A mí me costó dar el paso. Cuando empecé en televisión me costó decir públicamente que era gay. Hasta que llegó un momento en el que no quise seguir viviendo en el miedo, en la oscuridad. Y Pensando en que cualquier personaje popular podía atacarme por ese punto. Por eso lo di. Animo a todos los compañeros a que lo hagan, porque te da muchísima libertad.
SHANGAY ⇒ ¿Lo hiciste solo por eso?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ No solo. Creo que me tomé lo de hablar de mi homosexualidad como una obligación para que la gente que esté viendo la tele –y que está encerrada en el armario– no se sienta sola. Entiendo que hay muchas personas que puedan pensar que España es Madrid, Barcelona o Bilbao… ciudades grandes. Pero no, hay sitios donde la gente sigue escondiendo su homosexualidad. Y el único referente que tienen para saber que hay vida, gente como ellos, es la televisión. Por eso digo que me lo tomé también un poco como una obligación.
SHANGAY ⇒ Ya estamos en 2019, a las puertas del 20. Ahora todo ha cambiado y se han conseguido muchas cosas...
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ El otro día escuché en un reportaje que más de la mitad de las personas LGTBI tenían que ocultar su orientación sexual en el trabajo. Es una burrada, ¡tremendo! No podemos suponer lo que significa eso.
“Paco y yo estamos preparados para lo que pueda suceder. Hemos llegado ya a un nivel de entendimiento que solo buscamos la felicidad del otro”
SHANGAY ⇒ ¿Qué le dirías a la gente que no se atreve a dar ese paso?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Respeto muchísimo a todo el mundo, y sé que es un paso que puede llegar a ser muy complicado. Sobre todo, es importantísimo darse cuenta de que si alguien no lo ha dicho en su casa es, probablemente, porque no encuentra un canal de comunicación para hacerlo. Si en esta época lo ocultas es porque en tu familia sabes que te va a costar [aceptarlo]. No puedo criticar a alguien que lo tenga callado. Cada uno conoce su entorno, sus miedos e inseguridades. Pero desde aquí animo a que lo hagan, aunque al principio sea traumático. Eso va a repercutir en una mejor relación, mucho más sincera. Si no es así, es que uno tiene que pensar si quiere vivir el resto de tu vida con miedos, a oscuras y sin libertad. Es muy complicado pertenecer a una familia que no te acepta. Yo eso, no lo entiendo.
SHANGAY ⇒ Respecto a lo que comentabas de que hay muchas personas en los armarios en sus trabajos, ¿siguen siendo necesarias políticas de conciliación? ¿Cómo se puede combatir eso?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Es que no tengo ni idea [se lo piensa]. ¿Cómo tiene que ser una empresa para que una persona calle y esconda su orientación sexual. ¿Por qué lo hace? ¿Porque lo despiden o le hacen bullying? Estamos ante asuntos muy importantes. La verdad es que no sé cómo se puede combatir. Sí que pienso que las políticas inclusivas siguen siendo muy necesarias. Sinceramente. No creo que veamos nosotros el día en el que no lo sean. Estoy bastante desencantado con lo que significa ahora el mundo de la libertad del ser humano. Estamos viendo que cosas que creíamos conseguidas, aceptadas, se ponen continuamente en tela de juicio. Volver a remover historias ya pasadas y que parecían superadas. La época que estamos viviendo me recuerda a la época de mi adolescencia, hace treinta años.
“Me hace gracia subir fotos desnudo a Instagram. Es más por ‘¡Ay mira!, vamos a menear un poco el cotarro’. Me parece una travesura muy naíf”
SHANGAY ⇒ ¿Te da miedo?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ [se lo piensa un buen rato] No. Más que miedo me da tristeza e impotencia. Y decepción pensar que creía que vivíamos en un país mejor. Yo pensaba que ya no existían actitudes que ahora estamos viendo. Eso es lo que me produce, mucha impotencia. Lo que sí que me inquieta es que empecemos a tomarnos todo esto como un juego y, de repente, un día nos estalle el problema en las manos y no sepamos cómo atajarlo.
SHANGAY ⇒ Además de eso que cuentas, dentro del propio colectivo LGTBI hay ciertas actitudes llenas de microhomofobia, como la que vemos con la gente que tiene pluma…
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Yo viví esa homofobia cuando empecé a trabajar en televisión. Una cosa que, con el paso de los años, cada vez entiendo menos. Había corrientes dentro del propio colectivo que decían que se sentían avergonzadas de que una persona como yo trabajara en programas como los que hacía. Que era perpetuar el mito de la mariquita mala. Y contaban el rollo ese de “yo no me identifico con este gay”. Cosas que me sorprenden porque, además, nunca he ido diciendo que soy un referente gay. ¡Yo soy Jorge Javier Vázquez y punto! No quiero ser referente de nada. Pero sí que es verdad que dentro de nuestro colectivo tendríamos que apoyarnos más entre todos. Saber que somos de una diversidad tremenda, que no todos tenemos que ser iguales. Por ejemplo, me da mucha rabia que se condene la pluma.
SHANGAY ⇒ ¿Te sigue pasando lo se sentirte atacado?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Eso es algo que, sobre todo, me ocurrió al principio del boom de mi carrera. Lo asocio mucho a la época de Aquí hay tomate. Era cuando había más críticas desde dentro, que decían eso de que yo no les representaba, que se avergonzaban de que hubiese un gay así, que no les gustaba absolutamente nada. No sé porqué se produjo esa corriente. Pero es que tampoco sé porqué siempre tenemos que estar pensando que los demás nos representan. En ningún momento me planteé que estuviera representado al colectivo gay. Si lo hubiera hecho, pues entiendo que se hubieran producido esas críticas. Luego, con el paso se los años, se han amainado mucho. Pero no me gusta que haya plumofobia o ese tipo de comportamientos. Creo que está muy bien la diversidad. Es lo que mejor nos puede distinguir, que no seamos iguales. Y, sobre todo, que haya libertad.
“No hay nada peor en este trabajo que la autocensura, querer caer bien a todo el mundo. Eso es un pasaporte a la nada”
SHANGAY ⇒ Ahora son las redes sociales las que son muy agresivas contigo…
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Es un fenómeno del que ya estoy bastante desconectado. En su momento sí que me hizo daño, pero ahora ya no estoy tan al tanto de lo que se dice. También es cierto que dentro de todo hace más ruido el odio. Pero luego, frente a un mensaje de odio, te encuentras mogollón de cariño y de ánimo. Siempre se destaca mucho más lo malo. Ya no le doy importancia a las redes. No quiero decir que no me gusten, porque las utilizo y me entretienen mucho. Pero sé distinguir muy bien los tipos de comentarios. Y no hago ni caso a los que vienen cargados de odio. Lo malo de esto es que le das importancia a gente que, si conocieras en persona, no le dirías ni hola. Ni te acercarías a saludarles, porque no te interesarían lo más mínimo. Piensas que los que te escriben en redes podrían ser colegas tuyos, formar parte de tu vida. Pero en la mayor parte de los casos no sería así. Hay veces que, cuando estoy en directo en la tele, pienso comentarios que sé que van a traer polémica. Últimamente, más que nunca, los suelto. Aunque sé la que me van a caer encima por ello. No hay nada peor en este trabajo que la autocensura, querer caer bien a todo el mundo. Eso es un pasaporte a la nada.
SHANGAY ⇒ Sin embargo, te encanta provocar, o bromear subiendo fotos desnudo a Instagram…
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Me parece una travesura muy boba, muy naíf e infantil. Me hace gracia. No lo hago porque piense que esté muy bueno ni nada de eso. Es más algo tipo, “¡ay mira!, vamos a menear un poco el cotarro” [carcajada].
SHANGAY ⇒ Eres una de las grandes estrellas de Mediaset, con una actividad frenética. Incluso el comodín de Telecinco cuando hay que rescatar un programa. ¿No echas de menos una vida más ‘normal’?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ La he echado de menos. Pero ahora ya no. Ya me he hecho a mi vida y, lo que te quita por una parte la popularidad, pues tú te lo montas por la otra. En viajes, por ejemplo… No puedo quejarme de la vida que llevo. Lo tengo todo muy organizado, disfruto mi tiempo libre de la manera que quiero. Tengo unas vacaciones maravillosas y luego, en el día a día, pues me he dado cuenta de ya tuve la época de salir muchísimo. Ya no me gusta tanto. Llevo una vida muy convencional, en casa, haciendo deporte. La verdad es que nunca pensé en algo así: yo, que era de vivir en el centro de Madrid, ahora me apetece justamente lo contrario. Pero no echo de menos absolutamente nada.
SHANGAY ⇒ ¿Te cuidas mucho?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Sí. Cada vez más. Pero sin obsesión, ¿eh?
SHANGAY ⇒ ¿Y no te pica el gusanillo de escaparte por Chueca?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Sí, que lo hago. Cuando me pica, lo hago. Y luego pues pienso, “ya lo he hecho”. Ya está otra vez lleno el depósito. Lo que ocurre es que cada vez me dura más tiempo lleno, como dos o tres meses. Salgo por los clásicos de Chueca, y además pasa una cosa: tengo ya 49 años y me veo bastante fuera de lugar [risas].
“Los gays no interesamos al mundo del corazón porque piensan que vendemos menos; he tenido muy pocas guardias de fotógrafos en casa”
SHANGAY ⇒ Pero hay bares de mayores, y también siempre gente que busca un sugar daddy…
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Ya, pero es que a mí los mayores no me gustan [risas]. Con todo el respeto para los mayores, que yo ya soy uno. Es que estás en esa edad, además, en la que te has quedado separado, y en la que tampoco sabes dónde ir…
SHANGAY ⇒ Separado, pero un ‘separado raro’, porque Paco y tú al final sois la eterna pareja…
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Somos mucho más que pareja. Somos familia. Como dice la canción de Nacha Guevara, somos mucho más que dos. Realmente nunca se ha ido de mi vida. Y no se va a ir nunca. Si hemos aguantado ya en diez años un montón de separaciones…
SHANGAY ⇒ El reencuentro fue debido al ictus que sufriste, porque no os habíais vuelto a ver desde la última ruptura…
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Pero empezábamos ya a hablar por teléfono.
SHANGAY ⇒ ¿Y si aparece una persona nueva por cualquiera de las dos partes?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ No sé lo que podría pasar. Creo que estoy preparado para… [se detiene]. Creo que los dos estamos preparados para lo que pueda suceder. Hemos llegado ya a un nivel de entendimiento que solo buscamos la felicidad del otro.
SHANGAY ⇒ Volviendo al tema del ictus, ha sido un año delicado de salud, con una segunda operación… [La entrevista se hizo una semana antes de que volviera a ser intervenido]
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Sí, pero es una cosa mucho más mecánica, con menos riesgo que la otra. Es algo programado desde hace tiempo.
SHANGAY ⇒ El ictus fue un gran susto, ¿te ha preocupado o supuesto un punto de inflexión?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Sí que te recoloca un poco en la vida, te hace más consciente de lo que significa. Y de que en cuestión de segundos esto puede llegar a cambiar. Además, ha sido un año muy duro porque he tenido a muchos amigos que han sufrido problemas de salud. El gerente de mi compañía murió con 48 años, después de ocho meses luchando contra el cáncer. Mis dos mejores amigos con grandes problemas de salud. Ha sido un año complicado, sí.
SHANGAY ⇒ ¿Significa esto que vas a bajar el ritmo de trabajo e ir dejando la tele?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Es que me he dado cuenta de que no quiero. El trabajo me hace llevar una vida mucho más ordenada. Durante muchos años, la tele fue como una fuente de problemas. Me peleaba con eso de lo que hemos hablado, la popularidad, el no poder llevar una vida normal, las críticas… Pero llega un momento en el que cuando has superado todo eso, te das cuenta de que es tu trabajo. Y a esta edad lo estoy disfrutando de verdad.
SHANGAY ⇒ Recuerdo perfectamente el día que, tomando un café en una terraza, me dijiste: “Ya soy como La Campos y me cojo dos meses de vacaciones en verano”.
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ ¡Claro! Es que cuando llega ese momento… Recuerda también que había pasado años sin tenerlas. Bien porque empezaba un programa, o bien porque estaba en una situación en la que lo último que podía hacer era pensar en pedir vacaciones…
“¿Salir de copas por Chueca? Estás en esa edad en la que además te has quedado separado, y en la que tampoco sabes dónde ir”
SHANGAY ⇒ ¿Cómo has conseguido mantener tu privacidad en un mundo tan expuesto como el de los programas en los que te mueves?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ ¿Sabes qué pasa? Creo que ahí también en el mundo gay tenemos un ‘aliado’ importante. A las revistas y al mundo del corazón le interesan menos los gays, porque creen que no vendemos. Y nos dejan bastante en paz. Han sido muy pocas las ocasiones en las que he tenido guardia en mi casa. Por ese lado estoy tranquilísimo. Y cuando la he tenido, fue por mi separación o tras la operación. Tenía coches en la puerta, y lo veía lo más normal del mundo. Es lo que nosotros hacemos también en el programa. Nunca podré criticar que eso ocurra. No he tenido ningún problema con eso.
SHANGAY ⇒ Hay quien podrá decir que estás ‘blindado’ por Telecinco…
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Mira, yo creo que mis compañeros son libres de hablar de mí en la tele sin problema alguno.
SHANGAY ⇒ En el mundo del corazón las cosas están cambiando, ¡Hola! publicó el anuncio de la boda del hijo de Bono. Y es una revista que no tocaba en su edición de papel los temas gays.
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Pero fíjate, publica bodas o noticias de bodas. No noviazgos. Las cosas conservadoras. Por ejemplo, Lecturas sí que es una revista que no se corta nada en esos temas. Y lleva mucho tiempo así, y hay que decirlo. Poco a poco irán entrando todas, porque al final es que son cosas muy ridículas.
SHANGAY ⇒ ¿Te sientes estrella? ¿Qué es ser estrella?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ A mí me gusta mucho Mediaset en ese sentido, porque la forma que han creado de trabajar es como si fueras a una fábrica. Lo que pasa es que mi fábrica es distinta porque tiene focos y me ve la gente. Conozco al equipo de maquilladores desde hace quince años, al equipo técnico, a los compañeros… Lo de ser estrella… Además, piensa que a mí me vienen a buscar a casa, me dejan en ‘la fábrica’, me recogen y me dejan en mi casa otra vez, por lo que yo el pulso de la calle, no lo siento. Me cuesta saber lo que significa ser estrella. Quizás, cuando hemos hecho teatro sí que pulsas más lo que significa eso. ¿Qué significa ser estrella? Pues, con el paso de los años, es ir disponiendo más de tu tiempo. Al principio, lo que tienes que hacer es cuantas más horas de televisión mejor. Para que la gente se acostumbre a ti, y para tú coger tablas, estabilidad. Luego, ya, ser estrella es ir conquistando parcelas de tiempo libre.
SHANGAY ⇒ Tienes un estilo propio a la hora de presentar. ¿Sientes que te han copiado?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ No soy consciente de ello. No estoy pensado qué hago o no. O si me copian. Bastante tengo con ir a hacer mi trabajo, volver a mi casa y descansar. Nunca me veo, y si hay algún zapping cambio de canal porque me da mucho apuro.
SHANGAY ⇒ Vuelves al teatro, estás embarcado en otra obra y has invertido mucho de lo que has ganado en una academia de canto, El Laboratorio de la Voz.
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Me criticaron muchísimo con la primera función, Iba en serio. Y no lo entendí. Creo que teatro puede hacerlo quien quiera. Luego, que la gente vaya o no, que guste o no… Eso es otra cosa. Pero, ¿quién puede decir “tú puedes hacer teatro, y tú no”? Además, el hecho de que una de las personas más populares de este país se animara a hacerlo, a producir una función, a dar trabajo. La polémica previa me pareció como bastante cutre. Ya con la segunda función no pasó. Había muchas reservas del tipo “a ver qué hace”. Entré con toda la humildad del mundo. No llegué diciendo “y ahora vengo yo a reinventar el teatro, que está caduco”. No, no, no… Entré calladito, contratando a Juan Carlos Rubio, el mejor autor y director de este país, a Kiti Mánver que es una de las mejores. A otros tres actores y bailarines, brutales. A Julio Awad, que es un director musical espectacular. Procuré rodearme de lo mejor… Como digo, ya en la segunda eso no pasó.
SHANGAY ⇒ La tercera, sin embargo, será un cambio total, una obra de texto y no un musical… ¿Es un monólogo?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Es una comedia y, digamos, que es un espectáculo. No me gusta llamarlo monólogo, porque hay otras cosas. Pero sí, estaré solo en el escenario. Haremos funciones los viernes y domingos, con algún sábado, en los que también habrá. Tenemos ya 2020 completo.
SHANGAY ⇒ ¿Te plantearías dejar, por ejemplo, un año la tele y dedicarte solo al teatro?
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ ¿Sabes qué pasa? Creo que me gusta tanto el teatro porque lo hago de esta manera. He aprendido que la pasión, si quieres mantenerla viva, hay que dosificarla. Y esta dosificación que tengo con el teatro me gusta. A lo mejor, si me ofrecen una cosa muy potente, pues quién sabe…
SHANGAY ⇒ ¿La academia sigue funcionando bien? ¿Cómo se ve en la profesión? Has invertido mucho tiempo y dinero en El Laboratorio de la Voz, en vez de en ‘el ladrillo’…
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Si hay algo que admiro de la gente que tiene una pequeña empresa es que siga en pie. ¡Hay que hacer frente a tantos problemas para seguir! Aun así, lo estamos consiguiendo. Estamos, poquito a poco, logrando salir adelante y que cada vez se escuche más el nombre de la escuela como escuela de canto. Desde luego, es una tarea complicadísima. Pero estamos muy orgullosos. Hay gente muy profesional trabajando, muy conocida, que va a dar clase. Pero yo no diré nunca los nombres…
SHANGAY ⇒ Para cerrar la entrevista, hemos pensado que eras uno de los personajes para hacer la bandera LGTBI de 2019 y sin embargo, la gente joven, los millennials y los centennials, hablan del fin de las etiquetas tipo esas siglas. Para ellos no hay que justificar ya nada…
JORGE JAVIER VÁZQUEZ ⇒ Yo es que no sé si es un mundo tan ideal. En manifestaciones de ciertos partidos políticos hay gente muy joven. Evidentemente, se ha avanzado muchísimo. Pero recordemos que las libertades y los derechos son muy difíciles de conseguir, pero muy fáciles de perder. En ningún momento se tiene que bajar la guardia. ¿El fin de las etiquetas? Es que esa rapidez ya me ha pasado por encima [risas]. Con mi edad, todo eso me parece una cosa tan rápida que es que ni me entero… Pero si hay un programa que está muy bien en este aspecto es First Dates. Te puedes encontrar absolutamente de todo. Y todo tratado con una tranquilidad y sin nada de escándalos. Programas como este ‘normalizan’ todo este tipo de situaciones y deseos que son normales.