Los indicios no podrían ser mejores de cara al quinto álbum de Algora, el recién editado Un extraño entre las rosas. Porque su primer single, Drogas nuevas, es, sin duda, una de las mejores canciones que ha grabado –él confiesa tener una favorita dentro del álbum, Estrella fugaz–.
Algora se muestra especialmente contento de su nuevo álbum, “el más directo de mi carrera”. También en el que más presencia tienen los sintetizadores, y el más abiertamente electropopero que ha grabado. Es el camino por el que quiere seguir, y no ha podido inaugurar mejor esta nueva etapa. Asegura que no parte de un concepto concreto cuando empieza a trabajar en un nuevo disco, aunque según avanza el trabajo, ese concepto se va definiendo. “De entre las muchas canciones que compongo, voy eligiendo las que veo que tienen conceptos en común”, explica. ¿De qué ha querido hablar en Un extraño entre las rosas? “De sentirse raro, solo y vacío en un mundo que va muy rápido, que te pertenece pero que a la vez sientes ajeno. Las rosas del título representan la urgencia, la belleza efímera”.
«La música me ha salvado y me ha dado seguridad»
A lo largo y ancho del álbum habla de gente que se siente desplazada, que es lo que dice que le ocurre a él a veces. “Las personas LGTB, en general, nos sentimos así a menudo”, dice. “Parece que estamos aceptados, pero seguimos viviendo dentro de un sistema heteropatriarcal, e incluso las personas LGTBI nos regimos por él porque es en el que nos hemos criado. A veces es muy difícil romper esas barreras”.
SHANGAY ⇒ ¿Es la música la terapia que utilizas para superar traumas y reforzar tu visibilidad?
ALGORA ⇒ Sí, la música me ha salvado. Terapia como tal nunca he hecho, aunque me lo hayan recomendado a menudo, pero nunca he dado el paso. Empecé a escribir en la adolescencia, cuando sufría un bullying muy duro, y me refugié en la música y en la poesía, encerrado en mi habitación. Y allí empezaron a salir canciones.
«Cuando sufría bullying, me refugié en la música y en la poesía»
SHANGAY ⇒ ¿Tenías algún referente concreto?
ALGORA ⇒ No, escuchaba música de muchos artistas. De Madonna, por ejemplo. La escuchaba con nueve o diez años y a mi padre le llamaba la atención que no me pusiera lo mismo que otros niños de mi edad [risas]. Me gustaban mucho R.E.M., The Smashing Pumpkins, New Order, The Smiths… Hoy día, entre los artistas LGTBI que me encantan están John Grant, Hidrogenesse, Austra, TR/ST, Vicente Navarro y Putochinomaricón.
SHANGAY ⇒ En tu disco se pueden ver reflejos de New Order, y de Robyn…
ALGORA ⇒ Robyn de hecho salió a relucir en una conversación con Cristian [Pallejà], el productor. Porque cuando escuchó Drogas nuevas me dijo que le había recordado a su estilo, y por eso quiso meter algunos recursos que pudieran recordar a su música. A nivel de composición he intentado contar las cosas de una manera más sencilla. A veces me han dicho que quiero contar demasiadas cosas en mis canciones, y esta vez he querido jugar a lo contrario, jugar más al pop.
SHANGAY ⇒ ¿Te ha costado ser más directo?
ALGORA ⇒ No. Trabajar con La Prohibida me ha ayudado a hacer canciones más directas, y ahora estoy disfrutando mucho ese nivel de composición. Me ha costado unos añitos, pero ahora tengo claro lo que quiero hacer y cómo hacerlo. Me gusta unir mi parte reflexiva y la hedonista a través de la música de baile, y creo que en este disco es donde mejor he logrado plasmarlo.
«Que me relacionen con La Prohibida me hace siempre muy feliz»
SHANGAY ⇒ Con La Prohibida has formado un matrimonio artístico perfecto. ¿Te esperabas que pudierais llegar al grado de conexión que tenéis?
ALGORA ⇒ Estoy feliz. La primera canción que hice para ella fue La colina luminosa, y a partir de ahí nos hicimos amigos y se ha creado una conexión muy bonita, más allá de la música.
SHANGAY ⇒ Mucha gente te ha descubierto gracias a ella. ¿Te molesta que digan “este es el chico de Baloncesto”?
ALGORA ⇒ Todo lo contrario, es un honor. A La Prohibida la admiro desde que llegué a Madrid; la primera vez que hablé con ella fue en una firma de discos de Fangoria, y ahí me enamoré. Imagínate la ilusión que me hizo cuando me llamó para colaborar en un disco suyo… Nunca voy a pretender estar por encima de ella ni nada parecido, que me relacionen con ella me hace siempre muy feliz.
Y gracias a ella también, que me ha invitado a cantar en muchos de sus conciertos, he perdido el pánico escénico y la inseguridad que tenía a la hora de actuar en directo: ahora tengo mucha más confianza y lo disfruto muchísimo. La música en general me ha dado mucha seguridad.
«Una persona que trabajaba para un festival me dijo una vez que yo actuaría en él cuando hubiese un escenario para artistas LGTB…»
SHANGAY ⇒ En un mundo perfecto, con Baloncesto te habrías hecho millonario…
ALGORA ⇒ Pues no ha pasado [risas]. No estoy en la música por el dinero, aunque me gustaría vivir exclusivamente de ella. El objetivo es hacer cosas bonitas. Ese halo de fama y de dinero que envolvía a muchos artistas antes ya casi no existe, es más propio de los 80 y los 90, cuando la industria movía muchísimo más dinero que ahora. La música está más democratizada, todo el mundo puede compartir la suya en las redes y esperar que se haga viral…
SHANGAY ⇒ ¿Ser un artista abiertamente LGTB ha podido influir en que todavía no puedas vivir exclusivamente de tu música?
ALGORA ⇒ Totalmente. Durante años no lo quise ver, pero está claro que ha tenido que ver. Nos ponen la etiqueta, que está bien, pero solo cuando no significa que te van a meter en un gueto. Una persona que trabajaba para un festival me dijo una vez que yo actuaría en él cuando hubiese un escenario para artistas LGTB… Lo dicen como si la gente heterosexual no se pudiese identificar con nuestras historias, así que nos apartan.
Cada vez menos, afortunadamente, pero la etiqueta sigue siendo un obstáculo. Y desgraciadamente, no somos tan visibles aún como deberíamos, ni mucha gente conoce nuestros problemas en profundidad; nos ven una vez al año en los medios cuando se celebra el Orgullo y ya. Pero me muestro optimista, las cosas están cambiando para bien.
SHANGAY ⇒ Por supuesto, vuelves a contar historias LGTB en este disco…
ALGORA ⇒ En discos anteriores he contado cosas mucho más personales. Esta vez he querido distanciarme un poco, no compartir historias tan íntimas, y aunque algunas experiencias son mías las pongo en boca de otros personajes. En Chicos transparentes, por ejemplo, cuento la historia de un chico que busca el amor en Grindr pero lo hace sin relacionarse con otros perfiles, solo espera que el chico que le gusta le escriba y le invite a un café… no a follar, que es lo que se suele buscar en esas aplicaciones [risas]. En Elaid y Tiberiu reflejo la historia de amor, un tanto invisible, entre dos hombres racializados homosexuales.
«Hay que buscar un equilibrio entre el físico y el corazón»
SHANGAY ⇒ ¿Cómo es tu relación con Grindr?
ALGORA ⇒ Nula. Porque no me siento cómodo utilizándola, me genera mucha inseguridad. Los cánones de belleza limitan mucho el poder relacionarte con otra gente.
SHANGAY ⇒ Lo dices tú, que estás considerado por no pocos en el ambiente gay un sex symbol…
ALGORA ⇒ Pues es así. Soy el típico que siempre piensa que no voy a gustar a alguien que me interesa. En las redes te bombardean con piropos, pero siempre pienso que cuando quedemos cara a cara no voy a gustar, porque una foto está llena de filtros…
SHANGAY ⇒ Entonces, cuando subes fotos casi desnudo a tus redes, ¿por qué lo haces si te consideras tan inseguro?
ALGORA ⇒ Un poco para ponerme a prueba e intentar superar miedos. Al final, todos somos un poco banales [risas]. A cualquiera le gusta que le digan cosas bonitas, y cuando recibes piropos por unas fotos sientes que es una forma de que te quieran, de no sentirte tan solo. Es un tema que tiene que ver con el disco. Subo una foto con poca ropa, recibo piropos pero al final es una felicidad muy efímera la que me provoca, porque eso no me llena.
SHANGAY ⇒ ¿Apuestas por un mundo sin filtros entonces?
ALGORA ⇒ ¡Tampoco es eso! [risas] Está muy bien el ‘mundo filtro’ y es genial cuidar la apariencia, pero tenemos que cuidar también lo de dentro. Creo que se le da demasiada importancia al exterior, y demasiada poca al interior. Los gimnasios están llenos, pero las bibliotecas no. Hay que buscar un equilibrio entre el físico y el corazón.
FOTOS: GONZA GALLEGO
EL ÁLBUM UN EXTRAÑO ENTRE LAS ROSAS ESTÁ EDITADO POR EL GENIO EQUIVOCADO.
ALGORA ACTÚA EL 12 DE MARZO EN MÁLAGA (VELVET CLUB), EL 13, EN SEVILLA (OBBIO TRASTAMARA) y EL 28, EN GRANADA (BOOGACLUB)