Justo el día que comenzaban las nuevas tramas de #Luimelia, estuvimos con Carolina Cerezuela. Mucho han cambiado las cosas en nuestro país desde que la actriz –y hoy también cantante– diera vida en Hospital Central a uno de los personajes lésbicos que se han convertido en un icono de la visibilidad LGTBI en España. “Creo que se ha hecho un trabajo de pico y pala, y se ha ido consiguiendo la igualdad. Hospital Central fue importante porque sí que es verdad que en aquellos años los gais estaban ya, por decirlo de una manera, como más ‘exteriorizados’, y las mujeres lesbianas mucho más escondidas. Que ahora ya tengan esa visibilidad me parece un logro, y muy necesario”, nos dice la actriz, que fue la estrella del desfile de Cocoa en Sevilla en el marco de Code 41.
Hospital Central fue puntera en muchas cosas: “En aquellos años se tenía como estereotipada la idea de una mujer lesbiana, no reflejaba la realidad de un mundo que es mucho más amplio. Ver a dos mujeres femeninas, médicos, que trabajaban en un hospital, hizo abrir los ojos a mucha gente. Rompió moldes. Muchas de esas personas todavía me siguen en redes, me siguen diciendo cosas como ‘yo salí del armario por ti; me di cuenta de que era lesbiana porque me enamoré de tu personaje…’. Esas chicas vienen ahora a los conciertos, y me parece precioso. Sí que creo que esa trama abrió la brecha, fue una serie pionera en darle esa ‘naturalidad’, y estoy súper orgullosa de ello”.
La actriz –ahora volcada en su faceta de cantante junto a Jaime Anglada– puso la banda sonora al desfile de Cocoa, una firma de ropa sevillana que arrasa entre las celebrities españolas. Carolina Cerezuela está muy unida a Emilio Ayala y a Adolfo Britz, sus creadores: “Con toda la sinceridad del mundo, te diría que Cocoa es estilo, elegancia, modernidad, innovación, es sacrificio, por lo que supone sacar adelante algo así. Pero eso sería solo la parte profesional; porque, además de eso, son amigos, risas aseguradas, gente muy familiar… Creo que han encontrado un punto maravilloso que es acercar el trabajo a lo personal”.
Jaime Anglada y Carolina Cerezuela, entre Emilio y Adolfo, los diseñadores de Cocoa.
Anglada y Cerezuela han creado un show ad hoc para este desfile, que se llamaba 40 historias de amor. De hecho, hasta compusieron una canción: “No es un desfile al uso. Por eso digo que son gente innovadora, buscan hacer lo que no es convencional. Nos dijeron que lo que querían no es que fuera un desfile con música, sino un concierto. Y que durante ese concierto hubiera modelos que fueran desfilando”.
La actriz volvió, por unos minutos, a su faceta de modelo: “Tengo 40 recién cumplidos y no desfilaba desde que tenía 24. Aunque realmente, cuando trabajé de verdad como modelo fue mucho antes, cuando estaba en la universidad y lo hacía para pagarme los estudios”.
Antonia Dell’Atte, vestida de Cocoa, fue quien felicitó a los diseñadores tras el desfile.
El matrimonio posa con un abanico con la bandera LGTBI.
La colección 40 historias de amor está pensada, en palabras de sus creadores, “para compartir el amor que tenemos a nuestro trabajo y nuestra forma de vivir y entender esta profesión. Cada diseño es diferente como lo es cada historia de amor, pues hay tantas como personas. Amor sin etiquetas, sin límites, sin fronteras. Amor sin más”. Dolfo [así es como es conocido Adolfo Britz] y Emilio crearon esta firma hace quince años. Aunque viven en Madrid, este matrimonio andaluz forma una de las parejas LGTBI más visibles de Sevilla. Llevan juntos doce años, y se casaron en 2014.
Anne Igartiburu, Pilar Rubio, Marta Hazas, Antonia Dell’Atte, Virginia Troconis, Flora González, Sonia Ferrer, Alba Carrillo, Belén Rodríguez, Kira Miró, Vanesa Romero, Lidia San José, Makoke, Carmen Alcaide, Esther Arroyo, Candela Serrat, Nuria Fergó, Pasión Vega, Patricia Montero, Astrid Klisan, Estefanía Luik, Paquita Torres, Sandra Aladro, Ana Morgade y Luján Argüelles son algunas de las famosas que recurren a Cocoa para muchas de las alfombras rojas de este país. Periodistas como Beatriz Cortázar y Paloma Barrientos también usan su ropa en sus colaboraciones televisivas.
Los espectaculares tocados del desfile eran de Teresa Briz, discípula del mítico Philip Treacy. De sus manos salieron muchos de los modelos que lucieron las royals en la boda de Meghan y Harry.
Carolina Cerezuela tenía una espinita clavada: en las páginas de Shangay han estado sus dos ‘maridos’, el tenista Carlos Moyá y su pareja artística, Jaime Anglada. Pero no ella: “Es que no me queréis nada en ‘la Shangay’ –nos dice entre risas– habéis sacado a mi marido y a Jaime, pero a mí no”.
El mismo Anglada nos lo cuenta: “Tuve una página en el año 98 que se titulaba ‘Jaime Anglada, vuelve el hombre’ [gran carcajada]. Yo hacía rueda de prensa en Virgin, que estaba entonces en la calle Hortaleza. Y me propusieron hacer Shangay, cosa que me hizo mucha ilusión. El periodista que me hizo la entrevista fue, sin duda, uno de los más informados que vinieron, se la tenía muy preparada. Guardo esa página en mi oficina”.
Aprovechamos para proponerle el reto de si se atrevería a cerrar el desfile de Cocoa en la pasarela. “¿Pero vestido con mi ropa? Porque ellos solo hacen mujer…”. Le decimos que con su ropa no, sino con un modelazo de la firma. Se lo piensa un segundo y responde: “¡Claro que me atrevería!”. Habrá que esperar al año que viene. Todo se andará…
Antonia Dell’Atte, con los diseñadores. Hace unos meses, la modelo italiana deslumbró en los Premios Vanity Fair cuando combinó una falda de Cocoa con una chaqueta de Armani.