A Edu Rubix puedes llamarle Bonitx (pronúnciese Bonite), que es también el título de su primer álbum. La artista catalana ha querido compartir en ese álbum sus sensaciones como persona no binaria, y apuesta por el synth pop como vehículo perfecto para hacerlo.
Elle –o ella, porque se identifica con pronombres neutros y femeninos– lleva entregade a la música desde niñe. A sus 23 años, Bonitx ha querido hablar de sus vivencias como no binaria, con el deseo de contribuir a la creación un imaginario queer en el que sus experiencias puedan además contribuir a una transformación social.
Todo lo que ha vivido (la falta de aceptación, los conflictos emocionales, el rechazo de la norma, la búsqueda de afectos) está volcado en Bonitx, que viene a ser un autorretrato muy sentido de Edu, que aquí completa con su testimonio, como parte de nuestra Generación selfi.
MÚSICA PARA ENTENDERME Y COMUNICARME
“Trabajo desde mí siempre, me gusta ser honesta y sincera en todos mis trabajos. Para componer una canción que diga ‘hoy es martes por la tarde y llueve’ ya lo hace todo el mundo. Necesito que la música sea personal, muy para mí misma.
La música me ayuda a entenderme, es un lugar donde ser libre y expresar todo lo que siento, y también fue mi refugio en su momento. Empecé a tocar la guitarra a los once años, y a los doce compuse mi primera canción. No sé cómo habría pasado la adolescencia si no hubiese hecho música; me recluí y me centré en ella para entenderme y liberarme de los entornos machirulos y heteros tanto en mi pueblo, Vilanova i la Geltrú, como en Barcelona, donde hice el bachillerato artístico y musical.
En el colegio siempre fui el marica de la clase, y un grupito me hacía bullying. Me costaba mucho comunicar cómo me sentía, algo que no logré hasta que me reivindiqué a mí misma. Por suerte, siempre ha estado mi madre a mi lado; sin ella, todo habría sido un drama”.
AMOR POR EL ARTE
“Dejé de estudiar música porque no me gustaba que me dijeran cómo tenía que hacerla. Y me decidí por Historia del Arte, que terminé el año pasado. No estoy nada contenta con ella, me da cringe decir que soy historiadora del arte, porque no me gustó nada estudiarlo todo desde una perspectiva tan hetera y blanca.
Siempre me he movido en ambientes artísticos, pero no me planteo utilizar la carrera para buscar trabajo; no quiero terminar de profesora o haciendo excels en algún sitio, las opciones son muy limitadas. Suerte que, como siempre, tengo la música, que es a lo que me quiero dedicar, por complicado que sea.
Desde hace dos años ya vivo de manera permanente en Barcelona, y es donde tengo a todas mis amigas, que son todas muy cuquis, y ninguna es hetera. En el pueblo no tengo ni una amiga… Es maravilloso que entre las amigas nos ayudemos en todo, sea a nivel personal o artístico”.
NO BINARIA POR DEFINICIÓN
“Me definí como persona no binaria hace tres años. Lo hice cuando encontré una palabra que me definiera y conocí a más gente afín a mí. Desde siempre veía que estaba alejada de las personas ‘normales’, y buscaba mi sitio. Cuando lo hice fue como vivir mi propio ‘destape’, fue un momento de euforia.
Un referente importante durante ese camino ha sido Paul B. Preciado, porque todo de lo que hablaba era lo que yo quería oír. Y mi otro gran referente, en la música, ha sido Prince; soy una friki total de él”.
MÁS ALLÁ DEL GÉNERO
“Siento que tengo que explicar todo el rato que soy una persona binaria que hace cosas. Una no es ‘persona no binaria’ y ya. Y como la música es tan importante para mí, he ido transitando por distintos estilos, de lo experimental al heavy metal. Forma parte de mi desarrollo vital, y ahora he llegado al pop con Bonitx.
Siempre he estado escuchando pop, pero me daba miedo hacerlo porque no quería verme considerada como una artista pop sin más. En la escena de Barcelona, hace unos cinco años, el pop que quería hacer estaba considerado cursi y hortera. Pero cuando el cuerpo me pidió hacer un disco que hablase de mi corporalidad como persona no binaria, me lancé.
Me he nutrido de muchísimo pop distinto: de artistas de los 80 como Kate Bush o Prince (mi referente básico de la vida), Talking Heads o New Order, pero también de Christine and the Queens, Charli XCX o El último vecino. Y también soy fan de John Cage o El Guincho”.
HORA DE DESNUDARSE
“Publicar Bonitx me daba mucho vértigo, porque incluye las canciones más honestas que he hecho en mi vida. Y me he sentido desnuda. Pero no quiero que la gente se acerque al disco solo porque soy una persona no binaria, que sienta que soy un bicho raro.
Cada vez voy encontrando más espacios en donde sentirme segura, pero también sigo viendo mucha gente que me mira mal por la calle, con una actitud muy agresiva, por motivos que desconozco… Suerte que soy miope y siempre voy escuchando música [risas]. Bueno, las cosas tienen que ir cambiando.
En el último año ha habido un boom total de visibilidad no binaria, y es muy guay. Se está generando una comunidad de gente que ni siquiera vive en tu ciudad, pero que te hacen sentir que no estás sola. Y cada vez hay más referentes, algo que también agradezco”.
LE FUTURE ES FUNKY
“Tengo ganas de ir haciendo más cosas ahora que este álbum ha salido, y voy a dar el primer concierto para presentarlo en Barcelona. He conocido a artistas como Megane Mercury y Navxja, y espero que saquemos algo juntas.
También estoy ultimando mi segundo disco, que saldrá el año que viene, y con el que quiero demostrar que lo mío no es para aprovechar una moda, sino que tengo mucha más música que compartir. Seguiré hablando de los temas que me interpelan como persona relacionados con el sexo y el género, claro, pero he querido hacer canciones en las que no tenga que estar reivindicándome continuamente. Y no estará tan centrado en el synth-pop, porque me he inspirado mucho en el r’n’b, el soul y el funk. Será un disco de emancipación”.
EL ÁLBUM BONITX ESTÁ EDITADO POR EL GENIO EQUIVOCADO
BONITX ACTÚA EL 20 DE MAYO EN BARCELONA (LA NAU), DENTRO DEL CICLO ELLESMUSIC