Manolo Caro es el responsable de unos de los grandes fenómenos televisivos del año, La casa de las flores, la serie que ha creado y dirigido para Netflix. Menudo 2018 el que ha vivido el director mexicano.
Creador polivalente, Caro termina el año estrenando en México su remake de Perfectos desconocidos, película italiana que también ha conocido una exitosa versión española dirigida por Álex de la Iglesia, además de otra francesa. “Nunca sabes qué va a pasar con cada trabajo que haces, me sigo poniendo nervioso antes de los estrenos”, confiesa.
Y eso que el exitazo de la primera temporada del culebrón posmoderno La casa de las flores ha supuesto una gran inyección de autoestima para él. “Arranqué además el año dirigiendo de nuevo teatro en México, el medio en que empecé. La obra Straight funcionó fenomenal, agotando entadas durante toda la temporada. Y después llegó La casa de las flores”.
Confiaba en que funcionara, pero no de la manera que lo ha hecho. “Ha sido increíble la exposición que me ha dado en tantos países. He estado dos veces en España gracias a ella, viajé a Argentina, Colombia… No podía pedir más que cerrar el año con otro estreno”. Un 2018 memorable para este autor de 34 años. “Tendré que poner un poco de distancia en este nuevo año para no hartar a la gente”, bromea. 2019 será el año en que grabe las dos próximas temporadas de La casa de las flores, así que seguiremos muy pendientes de él.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué crees que La casa de las flores ha conectado con un público tan masivo en tantos países?
MANOLO CARO ⇒ Porque es una serie muy atrevida. En el momento en que la estaba escribiendo con mi equipo de guionistas les hice ver que no debían tener miedo a tratar ningún tema, que todas aquellas cuestiones que no habían tenido demasiada visibilidad hasta ahora podían tenerla en esta serie; debíamos ser valientes y ondear ciertas banderas para contribuir a que las cosas funcionen mejor. La gente lo ha agradecido, y se ha visto que estamos preparados para este tipo de contenido, para normalizar ciertas cuestiones y para reírnos de nosotros mismos y de la hipocresía que reina en nuestra sociedad.
SHANGAY ⇒ ¿De ahí un personaje como el de la abogada trans María José, que interpreta Paco León?
MANOLO CARO ⇒ Efectivamente. Normalmente, en la ficción los personajes trans terminan siendo los que tienen problemas o están metidos en adicciones. Aquí es la abogada más capaz para resolver el caso que se planteaba en la temporada para una familia completamente disfuncional, aunque se quieren mucho los unos a los otros.
SHANGAY ⇒ ¿Te imaginas formar parte de una familia así de delirantemente disfuncional?
MANOLO CARO ⇒ [Risas] Todos somos, de alguna forma, parte de familias disfuncionales. Quien diga que vive en una familia funcional está mintiendo completamente. Obviamente, el retrato de la familia De la Mora está llevado al extremo, pero mi familia tampoco es perfecta [risas].
SHANGAY ⇒ ¿Hay algún guiño a tu familia en la serie?
MANOLO CARO ⇒ Sí, claro. Uno, como creador, siempre busca que lo que cuenta se acerque a su realidad, para exorcizar sus miedos y entender la realidad que vive. Hay mucho de mi familia en la serie, y de mis amigos. Tanto que algunos me llaman para decirme “hijo de tu madre, ¿cómo pusiste eso que te conté en secreto?”. Si ellos no dicen nada, nadie se va a enterar de qué les pasó, porque yo tampoco lo voy a desvelar [risas].
SHANGAY ⇒ La elección de Paco León para interpretar a una mujer trans levantó mucha polémica. ¿Cómo llevaste el revuelo que se levantó al anunciarlo?
MANOLO CARO ⇒ Me asusté, la verdad; el miedo me duró un par de semanas. Uno, por el cariño que le tengo a Paco y porque no quería meterle en un problema ni que se sintiera agredido. Dos, porque los dos hemos alzado en muchas ocasiones la voz por el colectivo LGTB, siempre apoyamos a la comunidad. Las cosas cambiaron cuando se estrenó la serie y la gente vio que retratábamos a un personaje en transición, que por eso había llamado a un actor cis. Y no pude haber escogido a un intérprete mejor. Finalmente, recogimos muchos halagos de los colectivos trans, y también disculpas de quienes sentían que habían sido muy hirientes antes de ver la serie. Lo he agradecido mucho, porque ha servido para quitarnos el mal sabor de boca inicial por si habíamos tomado una mala decisión.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo te enfrentas a las malas críticas?
MANOLO CARO ⇒ Pues mal, porque siempre duelen. Y las malas críticas uno siempre las lee, estamos en una sociedad en que lo malo es lo primero que te reenvían a tus redes sociales. Con los años, aprendes a ponerlas en un sitio en que terminas por desecharlas para quedarte con lo bueno. Aunque, desde luego, contribuyen a tu crecimiento profesional.
SHANGAY ⇒ En una crítica no muy positiva a La casa de las flores leí que tampoco era tan revolucionario que plantearas cuestiones como la bisexualidad o el consumo de drogas. Aunque en un culebrón yo no lo había visto nunca plasmado como tú lo has hecho…
MANOLO CARO ⇒ No planteamos esos temas para provocar o decir “estamos descubriendo el hilo negro”. Lo que buscábamos era normalizar. Todo depende del lugar desde donde lo mires; en mi núcleo cercano ser adicto a un ansiolítico es de lo más común, pero para mis amigos que viven en la provincia de México no lo es. Y si sucede, no se habla de ello. Y en Argentina, Perú, España o Alemania las cuestiones que planteamos se han recibido de maneras muy diferentes.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué te tiraba reinventar la telenovela?
MANOLO CARO ⇒ Porque soy un fanático del género. En Latinoamérica todos crecimos viendo telenovelas. De niño me llamaban muchísimo la atención. Cuando de adulto visité países como Vietnam y me hablaban de María la del barrio o Los ricos también lloran como parte de nuestra historia audiovisual me di cuenta de que sí lo son. Lo que sucedía es que nos habíamos quedado en el absurdo de contar continuamente la misma historia que en las telenovelas de hace dos o tres décadas. Pensé que si la reinventábamos, planteando cuestiones de actualidad pero manteniendo el melodrama como género, podría funcionar. Cuando Netflix me propuso que les presentara un proyecto, les dije que quería hacer un culebrón con todas las de la ley, y ha funcionado.
«Soy feliz de hablar por la comunidad LGTB, y lo hago con orgullo»
SHANGAY ⇒ Has conseguido el milagro de que determinado público que consumía antes telenovelas en secreto, y con cierta vergüenza, ahora presuma de haber visto tu serie…
MANOLO CARO ⇒ Es tan kitsch y tan particular [risas]. Y este culebrón ha llegado en un momento muy distinto al del gran momento de las telenovelas en los 90, en la era de la globalización en que tenemos acceso a todo a la vez. Para quienes vivieron aquel momento, La casa de las flores tiene además un rastro de nostalgia.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué quisiste que en tu serie todos los desnudos gratuitos fuesen masculinos?
MANOLO CARO ⇒ Me apetecía mucho que fuese así. Como creador se me antojaba sexualizar al hombre. Vivimos los 80 y los 90 sexualizando el cuerpo de la mujer en la ficción, que debía tener unas tetas enormes y una cinturita pequeña, y ser el objeto de deseo. En La casa… quería todo lo contrario: Paulina de la Mora [Cecilia Suárez] va siempre con zapato plano, Elena [Aislinn Derbez] va con ropa holgada… y Julián [Darío Yazbek Bernal] siempre va desnudo.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo llevó Darío todos esos desnudos?
MANOLO CARO ⇒ Muy bien. Desde el momento en que le vi en el casting me llamó la atención, además de la belleza y el misterio que tiene como persona, su actitud desenfadada. Vio claro que si las cosas se iban a contar así, lo iba a disfrutar. Y fue un chiste recurrente en el set; llegaba y decía: “Hoy no tengo vestuario, ¿verdad?”, y se echaba a reír. Sabía que yo le cuidaba todo el tiempo, porque no quería que se sintiera ofendido en ningún momento, ni sexualizado en el set, aunque su personaje sí lo está.
SHANGAY ⇒ ¿No te parece que la bisexualidad sigue estando poco visibilizada en la ficción?
MANOLO CARO ⇒ Completamente. Y me sorprende que la comunidad bisexual siga recibiendo críticas desde la comunidad homosexual y también la heterosexual. Por eso quería que ese tema estuviese presente en la serie, para que dejemos de negar que los bisexuales están ahí. En el caso de la pareja que forman en la serie Julián y Diego [Juan Pablo Medina], que ha tenido tanto éxito, también planteamos la cuestión de la codependencia en las relaciones, algo que está más allá de la sexualidad.
SHANGAY ⇒ Qué maravilla que recuperaras a Verónica Castro como la matriarca de la familia… ¿Era un sueño para ti lograr algo así?
MANOLO CARO ⇒ Completamente. Si de niño me hubiesen dicho que iba a acabar trabajando con ella, no me lo habría creído. Cuando empecé a desarrollar la serie y a buscar a una actriz para interpretar a la matriarca, la primera en la que pensé fue en ella, el mayor icono de telenovelas que dio nuestro país. Me costó convencerla, no te creas. Pero Verónica es una mujer muy inteligente y sensible, se dio cuenta de que ahora le tocaba hacer este tipo de ficción, y lo disfrutó mucho.
SHANGAY ⇒ ¿Al principio no estaba dispuesta a reírse de sí misma?
MANOLO CARO ⇒ Era cuestión de hacerle ver que los tiempos han cambiado, que la manera de enfocar las cuestiones ha evolucionado en la ficción. Al principio le parecían fuertes ciertos temas, y yo le expliqué que era lo que la gente quiere consumir ahora.
SHANGAY ⇒ ¿Es cierto que se puso celosa al ver el boom del personaje de Paulina de la Mora –la Paulina mexicana más universal junto con Paulina Rubio–?
MANOLO CARO ⇒ No, al menos a mí no me lo expresó. Verónica Castro está más allá del bien y del mal; lógicamente, ahora vienen otras actrices increíbles como Cecilia Suárez, pero ella es irrepetible, es un icono de la cultura pop mexicana. Creo que lo ha vivido así, ha disfrutado del éxito de la serie. Lo que sí es cierto es que nosotros habíamos llegado a un acuerdo con ella para una sola temporada; la segunda arranca con una bomba muy fuerte, que no te puedo contar, y a raíz del éxito de la primera nos planteamos cómo seguir colaborando con ella, y lo hemos logrado.
SHANGAY ⇒ ¿Entonces no costó convencerla para estar en las nuevas temporadas como se ha dicho?
MANOLO CARO ⇒ Verónica estará presente, pero con escenas que se grabaron con anterioridad, porque se embarca en un proyecto de teatro este próximo año.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo es tu relación con Cecilia Suárez, la gran revelación de la serie a nivel mundial?
MANOLO CARO ⇒ Es como mi hermana. Nos conocemos desde hace quince años; hemos trabajado mucho juntos, soy padrino de su hijo, solemos pasar nuestras vacaciones juntos, nos lo contamos todo…
SHANGAY ⇒ ¿Besa por donde tú pisas al ver en lo que se ha convertido ese monstruo llamado Paulina de la Mora?
MANOLO CARO ⇒ Los dos lo hemos disfrutado, ¡nos hemos reído tanto! Se ha convertido en una celebración para ambos, que hemos vivido tanto juntos, bueno y malo, en lo profesional y en lo personal. Paulina es como el anillo de compromiso de esta amistad que ya no se puede quebrar.
SHANGAY ⇒ Paco León nos confesó hace poco que se quedó muerto el primer día que llegó al rodaje y vio cómo hablaba Paulina…
MANOLO CARO ⇒ Fue un riesgo que decidimos tomar Cecilia y yo. Sabíamos que podía salir mal, porque era algo muy radical. Con Paco nos reímos mucho, porque el suyo es el personaje ancla para Paulina, es extranjero y llegó a mitad del rodaje. Decía: “¿De verdad estáis haciendo esto?”. Nunca se me olvidará el día del estreno, en que nos abrazó a los dos y nos dijo que por fin lo entendía todo, que admiraba que hubiéramos arriesgado tanto…
SHANGAY ⇒ ¿Es cierto que España va a tener más presencia en las próximas temporadas?
MANOLO CARO ⇒ Sí. Viví dos años en Madrid, tengo muchos amigos allí, y es algo que ya tenía en mente. Vista la buena recepción de la serie en España, he peleado para que tenga más presencia, incorporar más actores españoles, plantear un viaje dentro de la trama. María José es un personaje importante para la historia, y tenemos que descubrir cómo es su vida en España.
SHANGAY ⇒ ¿Y cómo fue la tuya en nuestro país?
MANOLO CARO ⇒ Me fui a Madrid a estudiar, y allí escribí mi primera obra de teatro, No sé si cortarme las venas o dejármelas largas, que se convirtió en película, en la que tuve la oportunidad de colaborar con Rossy de Palma. También me metí en el estudio de Juan Carlos Corazza; una cosa me llevaba a otra, y cada vez retrasaba más mi vuelta a México. Volveré a España siempre que pueda, porque el público siempre ha sido muy generoso conmigo.
SHANGAY ⇒ ¿Te mueves mucho en ambientes travestis como los que reflejas en la serie?
MANOLO CARO ⇒ Sí. Es una forma de expresión muy genuina, que en México todavía no está tan normalizada. Mis amigas travestis y trans que se dedican a ello hablan de cómo actuar supone para ellos una válvula de escape, frente a una vida compleja y difícil. Son artistas maravillosas, genuinas y generosas, y me parecía hermoso celebrarlo en la serie. Tres de las que aparecen en La casa de las flores se dedican profesionalmente a este mundo además.
SHANGAY ⇒ Has regresado recientemente a Madrid, y también estuviste en el Orgullo este año, deshaciéndote en elogios en tus redes hacia la experiencia. ¿Te parece un ejemplo para el mundo?
MANOLO CARO ⇒ Completamente. Con los años he entendido cada vez más lo importante que es festejar y llenar de cariño a las nuevas generaciones en eventos así. El Orgullo quizá es un solo día al año, pero es importante decir en voz alta que las cosas han cambiado y que ahora se vive con libertad, amor y respeto. Si no celebramos eso, ¿qué vamos a celebrar?
SHANGAY ⇒ ¿Cómo llevas haberte convertido en portavoz de la comunidad LGTB mexicana para el mundo?
MANOLO CARO ⇒ Es una bandera que tengo que defender, y lo hago con todo el orgullo; debo hacerlo, para empezar, por lo que supone para mí, por mi propia experiencia vital. ¡Aunque mi vida privada la llevo muy en privado! Porque hay dejar un puerta cerrada para vivir ciertas cosas en el interior de nuestra casa, mantener algo de misterio. Por lo demás, sí que soy feliz de hablar por la comunidad, era una especie de asignatura pendiente que tenía.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué?
MANOLO CARO ⇒ Porque crecí en la provincia, donde estaba completamente señalado y estigmatizado. Y aún tengo muchos amigos en Guadalajara o Monterrey que no hablan de su homosexualidad con su familia o sus amigos por miedo. Parece que solo quienes nos dedicamos al medio artístico tenemos la capacidad de que nos acepten, y no puede ser. ¿Qué pasa con un jardinero, un médico o un abogado? Es absurdo. Quizá en España ya no ocurre tanto, pero en la provincia de México ocurre todavía muchísimo.
«Parece que solo quienes nos dedicamos al medio artístico tenemos la capacidad de que nos acepten por ser homosexuales, y no estemos estigmatizados, no puede ser»
SHANGAY ⇒ ¿Estáis en plena escritura de guiones?
MANOLO CARO ⇒ Sí, tanto de la segunda como de la tercera temporada. Vamos bastante avanzados, porque empezaremos a rodar en el primer trimestre de 2019. En esta profesión, que es una montaña rusa, estoy en un momento de disfrutar, de retomar a esos personajes y enfocarme todo el año que entra en La casa de las flores.
SHANGAY ⇒ ¿Un sueño para 2019 después de un 2018 tan estupendo?
MANOLO CARO ⇒ Ir más a España [risas]. Salir más de fiesta. Descansar más. Trabajar mucho en las nuevas temporadas de La casa…. Y después, tener tiempo para escribir y saber qué voy a contar después y cómo.
SHANGAY ⇒ Lo bueno es que te mueves con soltura en teatro, cine y televisión…
MANOLO CARO ⇒ Sí, soy un poco osado. Cecilia siempre dice que gracias a mi osadía he logrado el éxito. Nunca le he tenido miedo a lo que me han puesto enfrente.
LA PRIMERA TEMPORADA DE LA CASA DE LAS FLORES ESTÁ DISPONIBLE EN NETFLIX.