En agosto se ralentizan los lanzamientos musicales, a menos a nivel de discos de larga duración. El pescado está prácticamente vendido para el verano, aunque esta semana todavía merece la pena prestar atención a los lanzamientos más jugosos, y recuperar también algunos álbumes que llevan semanas o un mes escaso publicados, y que se merecen la pena una oportunidad –o más–durante este caluroso agosto.
Analizamos lanzamientos tan esperados como el debut en larga duración de Mabel, que lo tiene todo para convertirse en la nueva Dua Lipa –o en una gran rival, o simplemente compañera de generación con muchas papeletas para ser una gran estrella pop–- Y atención a álbumes como el de Clairo, una jovencísima artista estadounidense, bisexual, cuyo debut ha coproducido el ex Vampire Weekend Rostam. Seguro que aquí encuentras más de una canción que añadir a tus playlists veraniegas.
MABEL: “HIGH EXPECTATIONS”
(MABEL MCVEY/POLYDOR/UNIVERSAL MUSIC)
Con esos genes (es hija de Neneh Cherry y el productor Cameron McVey) solo podíamos esperar cosas buenas de Mabel. Que nos ha ido anticipando lo que podía dar de sí con tres singles impecables, Don’t Call Me Up, Mad Love y Bad Behaviour.
Su mixtape Ivy To Roses era un más que prometedor debut, que ahora confirma su primer álbum, cuyo título deja claro lo que se siente hacia ella: las expectativas eran enormes. Lo bueno es que no decepciona, todo lo contrario. Y eso que ha arriesgado, con un disco de una hora, interludios y bonus tracks incluidos.
Se nota que su discográfica apuesta fuerte por ella, y mientras Dua Lipa no contraataque, Mabel lo tiene todo para tomarle el relevo como debutante de lujo con este High Expectations que consigue lo más complicado, mantener un nivel alto durante esa hora en que te acompaña.
Ojo, que llega muy bien arropada, por coautores como Jimmy Napes y productores como Snakehips (qué buena es We Don’t Say, algo así como el reverso british de All The Stars de Kendrick Lamar y SZA), MNEK (OK, lo más parecido a trip hop millennial, es impecable) o Fraser T Smith (Selfish Love es una de tantas muestras de lo bien que se le da a Mabel el pop sugestivo teñido de una onda tropical). Expectativa cumplida. ⭐⭐⭐⭐
KIM PETRAS: “CLARITY”
(BUNHEAD)
Si Kylie Minogue tuviese su edad (26), este es el tipo de disco que haría, seguro (escucha Sweet Spot y lo entenderás de inmediato). Menudo debut en formato largo se ha marcado la artista alemana, también icono trans, que rebosa personalidad como intérprete y que bascula entre las diferentes tendencias que marcan la actualidad pop con una soltura envidiable.
Ya sabíamos lo cómoda que está en el r’n’b gracias a cortes como Got My Number, y en Icy se postula como alter ego femenino de The Weeknd. En Personal Hell explota su descaro tecnopopero a lo grande, y en Broken o All I Do Is Cry podrá recordarte a Marina, para bien. Solo hacia el final se pasa con la sacarina, que no le sienta demasiado bien a este plato tan bien preparado. Pero nada se puede objetar, siendo un debut tan potente. ⭐⭐⭐1/2
GOLDLINK: “DIASPORA”
(RCA/SONY MUSIC)
Menudo viaje propone el rapero GoldLink en este álbum, uno de esos que merece la pena escuchar de principio a fin sin descanso. Cuenta además con infinidad de invitados ilustres que contribuyen a que su sonoridad sea tan rica. Dadas las fechas en que estamos, resulta incuestionable que es un álbum que sabe a verano. Dependiendo de sus partenaires, el aire cambia.
Si con Khalid en Days Like This apuesta por el r’n’b más oscuro, en la brillante Zulu Screams, con Maleek Berry y Bibi Bourrelly, la intensidad de los ritmos caribeños desborda, para después llevarte a un tropicalismo envolvente en More, con Lola Rae. Son tres ejemplos de la lograda diversidad que propone en un álbum en que GoldLink puede presumir de haber logrado un todo que es más que la suma de sus partes. ⭐⭐⭐⭐
BANKS: “III”
(HARVEST RECORDS/CAPITOL)
A la tercera va la vencida para la estadounidense, que tras un lustroso debut se marcó un segundo álbum excesivamente espeso. En esta ocasión ha dado en el clavo, con una producción exquisita (cortesía de, entre otros, Paul Epworth y Hudson Mohawke) y la colaboración de Francis and the Lights (que se mueven en una liga similar) en uno de los mejores temas del álbum, Look What You’re Doing To Me.
Su apuesta por el denominado r’n’b alternativo en esta ocasión no se siente en absoluto forzada, sino todo lo contrario. Singles como Gimme –que te puede recordar a las mejores producciones de Timbaland para Justin Timberlake– son prueba más que evidente de que Banks ha remontado el vuelo en este tercer intento. ⭐⭐⭐⭐
CLAIRO “IMMUNITY”
(CAROLINE/MUSIC AS USUAL)
Cómo se valora la naturalidad en una nueva generación de intérpretes que se muestran como son, con sus defectos, su fragilidad y sus miedos. Qué fácilmente se conecta con la estadounidense Clairo, que a sus 20 años puede presumir de haber contado con un coproductor de lujo para su primer disco, Rostam (ex Vampire Weekend).
Ella bisexual, él gay; que puede ser coincidencia, pero es un plus que esa visibilidad por parte de ambos confluya en un disco como este, sencillo, con canciones tan redondas como Sofia, y eso sí, repleto de pequeños detalles (sintetizadores juguetones, autotune ocasional, guitarras domesticadas) que le dan empaque. Junto con el de The Japanese House, uno de los discos pop que merecen acabar entre lo mejor del año. ⭐⭐⭐⭐