Tienen mucho en común, aunque ellas no lo sepan. Isabel Pantoja y Madonna; o Madonna e Isabel Pantoja, que no queremos que las divas se enfrenten por quién va antes en el titular. Hoy la reina de la copla es el fichaje de Supervivientes. Y la del pop, de Eurovisión. No se puede ser más gay… Y es que ambas comparten un gran séquito de fans LGTBI. Cierto que la Pantoja más local e hispanohablante, Madonna es como más universal. Pero esto es un pequeño detalle sin importancia.
Isabel y Madonna están unidas por más cosas. Los últimos bombazos de ambas tienen mucho en común. Los rumores de que Madonna iba a ser la actuación estelar de la final del Festival de Eurovisión el próximo 18 de mayo comenzaron a saltar en las redes y estuvimos semanas sin que nadie nos lo confirmara. Pero luego fueron muchos los medios (no solo en Israel sino en todo el mundo) que se hicieron eco de que el millonario canadiense-israelí Sylvan Adams estaba dispuesto a pagar un millón de dólares para que la diva cantara dos temas. Pocos días después fue Yigal Ravid, presentador de Eurovisión en 1999, quien lo confirmó oficialmente. Pero de una manera oficiosa, es decir, informal, sin comunicado del Festival.
En el caso de Pantoja fue David Valdeperas, en Sálvame. Una semana antes, la revista Semana (que en sus casi ochenta años de historia puede presumir de que Pantoja es posiblemente la famosa que más veces ha ocupado su portada) fue la que dio el bombazo de que cobraría 80.000 euros semanales. Otras revistas estuvieron días y días negando la mayor en sus webs, alimentando así el morbo del fichaje. Hasta que finalmente fue el propio Valdeperas quien –como en el caso de Madonna– confirmó el martes 9 de abril, de una manera oficiosamente oficial, que Telecinco la fichaba. Esta vez no es un millonario particular quien suelta la pasta, sino Paolo Vasile, el pope de Mediaset. Tampoco hubo comunicado oficial de la cadena, y fue la misma revista Semana la que anunciaba que Pantoja sustituiría a María Teresa Campos en la casa, pues no renuevan el contrato a la malagueña. El morbo estaba servido.
Media España (gay o no gay) está esperando esa tirada de helicóptero en la que Pantoja dará el mayor salto de su vida. Un salto que permitirá su reencuentro con Chelo García Cortés, su ex íntima amiga, con quien desde hace años está más que distanciada. Es una pena que Encarna Sánchez ya no viva. La mítica mesa camilla de su programa de radio sería el altavoz perfecto para las aventuras de ambas en la isla. No se entiende por qué ese momentazo no se proyecta en las paredes de la Plaza Mayor, como la polémica campaña de ‘los papeles de Bárcenas’.
Madonna e Isabel Pantoja; Isabel Pantoja y Madonna. Dos vidas paralelas. Dos mujeres que llevan dando que hablar desde 1984. A golpe de titular tras titular. Ambas eran relativamente conocidas antes, pero ese año las marcó para siempre. La reina del pop lanzó en noviembre su hitazo Like a Virgin, que la catapultó no solo a las pistas de baile, sino también a las portadas de medio mundo. Dos meses antes, en noviembre, la Pantoja también saltó a las portadas de todo el mercado hispano por un motivo mucho más triste: la muerte de Paquirri. Isabel pasó a ser la viuda de España, y se encerró en Cantora, esa finca que debería ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Un año más tarde, Pantoja sacó Marinero de luces, su disco más icónico. Mientras, Madonna copaba los números uno con Material Girl. A partir de ese momento, ambas no han parado de crecer.
Sí. Parece que son dos mundos muy diferentes, pero no. Tienen muchas cosas en común. La obsesión por la religión y por la iconografía católica es una de ellas. Una, Isabel, con su Virgen del Rocío, la otra, Madonna, con su Like a prayer. Los toros son otro punto que las une. En el caso de Isabel no hay que explicarlo: son su vida. Pero recordemos el Take a bow de 1994, y la pasión que durante años vivió la diva del pop por la tauromaquia, como se puede comprobar en el vídeo que protagonizó con el torero Emilio Muñoz Vázquez. Madonna, en esos años, salió por la puerta grande del toreo.
Eran los años de Bedtime Stories, poco después del Truth or Dare, es decir, la película En la cama con Madonna, en donde plasmó su intimidad. Coincidió en el tiempo con la época en la que Isabel Pantoja era, semana sí y semana también, portada de revista contando su vida… Hay muchas más cosas que tienen en común, pero alguna no la plasmamos para proteger a los menores, aunque en el caso de Pantoja sus menores ya han crecido y son ellos los que, previo cheque en blanco, han dado el salto a los realities… ¡Ay, el maldito parné! De nuevo, la copla, el folclore.
Dos divas, ¿dos estilos? Pues igual no tan diferentes. Posiblemente, tantos puntos en común hacen que estas dos reinas del mundo queer, estas dos divas gays, que han sabido crecer y pasar de diva gay a musa LGTBI, sean dos supervivientes. Una ha sobrevivido a la cárcel y al mundo folkie, y la otra ha sobrevivido hasta a Beyoncé.
Ya nos lo decía Filipe Catoo en una entrevista: «Nuestra cultura queer es muy poderosa». Dos grandes. ¡Ole por ellas!